Pacientes en riesgo en el Hospital de Olanchito por falta de energía eléctrica por mas de 10 horas

Locales

Olanchito, Yoro. — La fragilidad de la red hospitalaria de Honduras volvió a quedar expuesta la madrugada de este martes, cuando el Hospital Aníbal Murillo Escobar (HAME) de Olanchito se vio obligado a atender pacientes sin servicio eléctrico durante varias horas.

El apagón, que afectó a la ciudad durante la tarde, noche y madrugada, se convirtió en una emergencia aún mayor al descubrirse que el generador del hospital también se encuentra en mal estado.

En medio de la oscuridad, médicos y enfermeras hicieron lo imposible para continuar brindando atención, incluso en áreas críticas como la sala de labor y parto, que estaba llena en ese momento.

Las dificultades fueron enormes y la indignación de la población no se hizo esperar: ¿cómo es posible que el principal centro asistencial de la región carezca de un sistema de respaldo funcional?

Una realidad que contradice el discurso oficial
Mientras el gobierno de Xiomara Castro celebra el inicio de nuevas construcciones hospitalarias en diferentes puntos del país, la red actual se encuentra abandonada, con problemas que van desde el desabastecimiento de medicamentos hasta el deterioro de equipos esenciales.

El caso del HAME es solo un ejemplo de la brecha entre el discurso y la realidad que enfrentan los hondureños en sus comunidades.

La paradoja es evidente: se anuncian grandes inversiones en obras futuras, mientras hospitales que atienden miles de personas a diario ni siquiera pueden garantizar condiciones mínimas para una atención segura.

El costo humano del abandono

La falla del generador no es un detalle menor: representa un riesgo directo para la vida de pacientes en cirugía, partos complicados, cuidados intensivos y emergencias.

Los testimonios de médicos y familiares reflejan la tensión de una madrugada donde cada minuto era una lucha contra la precariedad.

La situación, que afortunadamente se resolvió con el restablecimiento gradual del servicio eléctrico en la ciudad, dejó al descubierto la urgencia de acciones inmediatas y no solo promesas de infraestructura.

La población de Olanchito exige respuestas y soluciones concretas. No se trata únicamente de inaugurar hospitales nuevos en un futuro incierto, sino de garantizar hoy que los centros existentes funcionen con dignidad, cuenten con medicamentos, equipos reparados y sistemas de emergencia en buen estado.