La Ceiba, Atlántida – Como si se tratara de una historia contada entre olas y atarrayas, el Muelle Turístico Reynaldo Canales de La Ceiba vivió este lunes una jornada de pesca enorme.
Un gigantesco pez mero, de aproximadamente 2 metros de longitud y más de 350 libras de peso, fue sacado de las profundidades del Caribe hondureño por el experimentado pescador artesanal conocido cariñosamente como “Poy”.
El suceso no tardó en convertirse en el centro de atención del muelle. Decenas de curiosos, turistas y compañeros pescadores se congregaron para ver con asombro el colosal ejemplar. Algunos sacaron sus celulares, otros solo se limitaron a admirar en silencio aquel prodigio del mar.
“¡Este sí que es un pescado como los de antes!”, exclamó un anciano que observaba la escena con nostalgia. Y es que, para muchos ceibeños, este tipo de capturas representa un viaje directo a la memoria de un pueblo que por generaciones ha vivido entre mareas y redes, entre el olor a salitre y la esperanza de una buena faena.
“Poy”, conocido por su humildad y pasión por el mar, dijo entre risas que “fue como luchar con una lancha, pero valió la pena”. Este pescador es parte de la estampa viva de La Ceiba, de esa Ceiba que aún conserva el alma de la pesca artesanal, donde los hombres salen al alba y regresan con historias que saben a sal y leyenda.
La captura de este mero, uno de los más grandes registrados en los últimos años en esta zona, es un ejemplo de la riqueza marina de nuestras costas y del valor incalculable del conocimiento ancestral que aún vive en nuestras comunidades pesqueras.
