Los pobladores del Valle del Aguán se encuentran enfrentando dificultades debido a los constantes racionamientos de energía eléctrica que experimentan a diario. Ciudades como Olanchito, Saba, Tocoa y Sonaguera se ven afectadas por esta situación, lo que ha llevado a que el bullicio de los generadores en los negocios sea parte de la rutina diaria.
Elias Martínez, un comerciante local, expresó su preocupación ante esta situación, señalando que la energía eléctrica es costosa y los recibos no disminuyen, mientras que ahora también tienen que gastar en gasolina para mantener refrigerados sus productos y evitar pérdidas por daños.
Los apagones, que pueden durar hasta cuatro horas, son una realidad constante para los habitantes del Valle del Aguán. Estas desconexiones continuas están dañando los aparatos eléctricos de los residentes, lo que agrava aún más la situación.
Los ejecutivos de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) explican que la falta de inversión en las líneas de transmisión y el recalentamiento en las subestaciones de Coyoles y Reguleto son las principales causas de estos apagones. Sin embargo, los residentes señalan que esta situación se arrastra desde hace más años sin que se haya tomado una medida efectiva para solucionarla.
Martínez criticó también la inacción de los políticos frente a este problema, afirmando que solo se preocupan por hablar más de lo que hicieron en el pasado, sin tomar acciones concretas para resolver los problemas actuales. La población del Valle del Aguán espera que las autoridades tomen medidas urgentes para abordar esta situación y garantizar un suministro eléctrico estable y confiable.