Julieta Castellanos, socióloga y exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), ha criticado al gobierno de Honduras por ser uno de los primeros en reconocer la polémica reelección de Nicolás Maduro en Venezuela. Según Castellanos, la administración hondureña, encabezada por la Presidenta Xiomara de Zelaya, envió felicitaciones a Maduro incluso antes de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela emitiera un pronunciamiento oficial. Estas felicitaciones fueron posteriormente retiradas.
En una conferencia, Castellanos comentó: “Hoy escuché a un funcionario que estuvo allí (en Venezuela) que mencionó la presencia de 38 observadores electorales. Tanto los funcionarios que viajaron como los que no lo hicieron han justificado y legitimado los resultados electorales, aun frente a la tendencia de no reconocimiento actual.”
La exrectora también señaló la obsolescencia del modelo chavista en Venezuela, describiéndolo como un sistema que “se agotó hace bastante tiempo”.
En defensa de la postura gubernamental, el vicecanciller Gerardo Torres negó cualquier apoyo a un supuesto fraude electoral y explicó que la felicitación de la Presidenta Zelaya se basó en los datos proporcionados por el CNE venezolano. Torres subrayó que la felicitación no implicaba un aval a irregularidades en el proceso electoral, y que fue emitida siguiendo los procedimientos diplomáticos habituales tras la confirmación de la victoria de Maduro por parte del CNE.
Este incidente pone de relieve las tensiones diplomáticas y los desafíos que enfrenta Honduras en su política exterior, especialmente en contextos electorales controvertidos. La rápida felicitación del gobierno hondureño contrasta con la postura de numerosos países que han optado por no reconocer los resultados de las elecciones en Venezuela, lo que plantea interrogantes sobre las implicaciones y consecuencias de esta acción en el ámbito internacional.