Olanchito, Yoro – El pasado lunes, Elder Fernando Varela, un joven interno de 28 años en el centro penal de Olanchito, tomó la trágica decisión de quitarse la vida, según el Director penitenciario tenía problemas psiquiátricos y recibía tratamiento médico.
El Comejamo investigo y según declaraciones del director del penal, Ramón Mejía, esta no era la primera vez que Varela intentaba suicidarse; de hecho, en septiembre, el interno había sido encontrado colgando de una cuerda, en lo que fue un intento frustrado de quitarse la vida, tras lo cual fue trasladado de urgencia al Hospital Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula, donde logró recuperarse.
El director del penal reveló que Varela tenía un historial de problemas de salud mental y acudía con frecuencia al Hospital Psiquiátrico Santa Rosita para recibir tratamiento médico.
“Era la cuarta vez que intentaba suicidarse. Tenía problemas familiares y su condición emocional era muy complicada”, explicó Mejía, detallando que la situación emocional del interno lo mantenía aislado del resto de los reclusos debido a su delicado estado de salud mental.
Varela se encontraba recluido en el centro penitenciario de Olanchito desde 2021 por cargos de asesinato. Su muerte ha vuelto a poner de relieve la crítica situación de muchos internos con problemas de salud mental en el sistema penitenciario hondureño, donde el acceso a tratamientos y la infraestructura para dar atención adecuada son limitados.
La tragedia también suscita preguntas sobre el manejo de los internos con problemas psicológicos dentro del sistema penal, y la efectividad de los protocolos para la prevención del suicidio.
La falta de recursos, tanto humanos como materiales, para abordar adecuadamente la salud mental en las cárceles sigue siendo un problema latente.