El reciente anuncio de la presidenta Xiomara Castro, en el marco del Día de la Bandera, ha causado revuelo en el ámbito político hondureño. La mandataria nombró a Rixi Moncada, precandidata a la presidencia por el oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre), como la nueva secretaria de Defensa, sustituyendo a su sobrino, José Manuel Zelaya. Este movimiento se produce en un contexto político turbulento, marcado por las recientes renuncias y escándalos relacionados con altos funcionarios cercanos al círculo presidencial.
En su discurso, Castro agradeció el trabajo de su sobrino al frente de la Secretaría de Defensa, resaltando su eficiencia, pero destacó la necesidad de que Moncada tome las riendas para mantener en alto la dignidad y el honor de la nación. Este nombramiento es un claro mensaje político, ya que Moncada no solo es una figura prominente dentro de Libre, sino también una precandidata presidencial, lo que podría tener implicaciones significativas para la dirección del partido y del gobierno.
La renuncia de José Manuel Zelaya, hijo de Carlos Zelaya, secretario del Congreso Nacional, se produjo en un momento delicado. Carlos Zelaya había admitido previamente haberse reunido con narcotraficantes en 2013, quienes supuestamente le ofrecieron dinero para la campaña política de Libre. Esta revelación ha generado sospechas y críticas hacia la familia Zelaya, cuestionando la integridad de su liderazgo.
José Manuel Zelaya, en su mensaje de despedida en la red social X, destacó que la lucha de resistencia que lidera Libre está por encima de cualquier cargo público. Su renuncia, según él, busca permitir una investigación libre de presiones y salvaguardar la misión del partido.
El contexto en el que se produce este cambio en la Secretaría de Defensa también incluye las tensas relaciones del gobierno de Castro con la embajadora de Estados Unidos en Honduras, Laura Dogu. Las relaciones se han visto afectadas por incidentes como la reunión en Caracas, en la que participaron el entonces ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Honduras, junto con el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, un individuo reclamado por la justicia estadounidense por su presunta participación en actividades de narcotráfico.
Este escenario refleja la compleja red de intereses políticos, personales y diplomáticos que rodean a la administración de Xiomara Castro. La decisión de nombrar a Rixi Moncada como secretaria de Defensa no solo responde a la necesidad de llenar una vacante importante, sino también a la estrategia de reforzar el control del partido en un momento de crisis, asegurando la continuidad y la estabilidad en un panorama político incierto.