Rixi Moncada reitera desconocimiento de resultados electorales y llama a “pie de lucha” tras 17 días de las elecciones

Política

Tegucigalpa — Diecisiete días después de las elecciones generales del 30 de noviembre, la candidata presidencial oficialista Rixi Moncada reiteró este lunes que no reconocerá los resultados y llamó a sus seguidores a mantenerse “en pie de lucha”, al insistir en la anulación de lo que calificó como “las elecciones más tramposas de la historia de Honduras”.

Moncada, quien obtuvo poco más de 600 mil votos —alrededor del 19 por ciento del total— y se ubicó en el tercer lugar de la contienda, se expresó durante un mitin político realizado en Casa Presidencial, hasta donde llegaron decenas de simpatizantes del Partido Libertad y Refundación (Libre).

“Hoy, 17 días después de las elecciones, les decimos que estamos en pie de lucha y que no descansaremos en nuestro pedido para que se anulen estas elecciones”, afirmó la aspirante oficialista, al tiempo que reiteró que su partido no acepta los resultados proclamados por el Consejo Nacional Electoral (CNE). “Son elecciones tramposas, por eso nuestro pedido es que se anulen”, subrayó.

En su discurso, Moncada sostuvo que el proceso electoral estuvo, según sus palabras, “patrocinado por el crimen organizado” y “dirigido por el narcotráfico”, aludiendo nuevamente a los denominados “26 audios” que Libre ha citado en días recientes como parte de su narrativa de fraude, sin que hasta ahora se hayan presentado pruebas verificadas ante las instancias electorales correspondientes.

La candidata también volvió a responsabilizar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por la derrota electoral de su partido, al asegurar que desde el exterior se intentó influir en la percepción del electorado hondureño. “Nos enfrentamos al gran imperio, que pretende dictarle las reglas al pueblo hondureño”, dijo, al tiempo que sostuvo que se le señaló como la principal contendora y se le etiquetó como “comunista”.

Según Moncada, el resultado electoral respondería a un “brutal golpe electoral” impulsado desde el norte con aliados internos, con el objetivo de “hacer desaparecer al Mel y al melismo”, en referencia al expresidente Manuel Zelaya Rosales y a su corriente política.

La aspirante oficialista reiteró que la lucha de Libre, desde el golpe de Estado de 2009, ha sido —según dijo— contra una “clase dominante” que se opone a cambios estructurales y a elecciones verdaderamente democráticas, insistiendo en que no aceptarán los resultados mientras no se anulen los comicios.