Saba, Colón – En las calles de Sabá, Colón, aún se pueden ver escenas que evocan un pasado donde la modernidad apenas asomaba.
Entre motocicletas y automóviles, una carreta tirada por bueyes avanza con paso firme, como un vestigio vivo de una tradición que se niega a desaparecer.
En la imagen, un joven conduce la carreta, transportando ramas cortadas de algún solar. Su destino es incierto, pero su historia resalta entre el bullicio de la ciudad.
Asi se gana la vida como lo han hecho generaciones antes que él: confiando en la fuerza de sus bueyes y la nobleza de su oficio.
Las carretas de bueyes han sido durante décadas el alma del trabajo en el campo. Han llevado cosechas, han surcado la tierra y han sido testigos silenciosos del progreso.
Hoy, aunque los vehículos dominan el paisaje, estas reliquias de madera y esfuerzo siguen su marcha, recordándonos que el pasado aún respira en los rincones más tradicionales de Honduras.
Sabá sigue siendo ese lugar donde la historia y la modernidad conviven. Donde cada carreta que cruza sus calles es un recordatorio de que las raíces de un pueblo no se olvidan, sino que se llevan con orgullo.
