La relación bilateral entre Honduras y Estados Unidos enfrenta una nueva crisis tras las recientes declaraciones de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, sobre la posible expulsión de la base militar estadounidense de Palmerola en Comayagua, si el gobierno de Donald Trump inicia deportaciones masivas de migrantes hondureños.
En respuesta, el senador republicano por Utah, Mike Lee, propuso una medida fiscal que ha generado debate: gravar las remesas que los migrantes hondureños envían a su país. A través de su cuenta en X, Lee escribió: “Si Honduras no nos quiere allí, podemos trasladar esa base a Guatemala.
Y ya que estamos, no más ayuda a Honduras ni a ningún otro país que esté en desacuerdo con nuestra urgente necesidad de deportar a los inmigrantes ilegales”. Además, sugirió que los impuestos sobre las remesas podrían financiar el traslado de la base militar.
El planteamiento de Lee no es aislado. Ted Cruz, senador republicano por Texas, recordó que el gobierno de Joe Biden envió 193 millones de dólares en ayuda a Honduras en 2023 y 120 millones más en 2024. “Lo que oigo decir al presidente de Honduras es que no quieren más ayuda estadounidense. ¡Genial! Me alegro de poder ayudarte”, ironizó Cruz.
La posición de los senadores estadounidenses refleja un endurecimiento del discurso hacia Honduras, especialmente en un contexto donde Trump ha prometido una política migratoria más estricta.
Desde el gobierno hondureño, la respuesta no se hizo esperar. El canciller Enrique Reina defendió la postura de su país y destacó que la presencia de la base de Palmerola fue una decisión conjunta entre ambos gobiernos, sin costo para Estados Unidos.
“Honduras mantiene su posición inicial de diálogo y cooperación; sin embargo, en caso de que se inicien redadas y deportaciones masivas e innecesarias de migrantes, nos veríamos obligados a considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación”, expresó Reina en su cuenta de X.
La propuesta de gravar las remesas podría afectar a miles de familias hondureñas que dependen de esos recursos para subsistir.
Con una importante población migrante en Estados Unidos, las remesas representan una de las principales fuentes de ingreso para la economía hondureña. Cualquier medida que afecte esos envíos tendría un impacto directo en el país.
