Colón, Honduras. Mauricio Artica no habla solo por sí mismo. Su voz es el eco de cientos de productores, transportistas y familias del departamento de Colón que, día tras día, enfrentan el calvario de transitar por carreteras destrozadas, promesas rotas y un olvido estatal que duele más que los baches.

“Antes hacíamos una hora de Tocoa a La Ceiba, ahora tardamos casi cuatro. Es una tragedia ver accidentes, carros dañados y toneladas de productos que no llegan a su destino”, denuncia Artica, presidente de los Agricultores y Ganaderos de Colón, con una mezcla de indignación y cansancio.
El dirigente no es nuevo en esto. Ha tocado puertas, ha participado en reuniones, ha creído en las cifras del ministro de la SIT, Octavio Pineda. Pero la realidad es terca y cruel: “Nos prometieron bacheo, nos dijeron que ya estaban trabajando, pero pasan los meses y los tramos siguen igual o peor. Planes, San Esteban, Sabá… todos siguen esperando”, lamenta.
Colón produce, pero el abandono lo consume
La carretera CA-13 no es solo asfalto; es la arteria por donde circula el corazón económico del litoral atlántico. Leche, carne, palma africana, granos, cítricos… todo se produce aquí. Pero el deterioro de la vía amenaza con dejar sin pulso a uno de los motores productivos de Honduras.
“Colón no puede seguir atrapado entre el lodo y las mentiras. Si este departamento cae, pierde el país”, sentencia Artica.
El mal estado de las carreteras no solo afecta al agro. Retrasa servicios básicos, pone en riesgo a estudiantes, impide el acceso a emergencias médicas, desconecta comunidades enteras.
“Ya no se puede esperar más. Los diputados, alcaldes y funcionarios deben dejar de callar. No podemos seguir siendo los olvidados de Honduras”, exige.
La petición no es solo un reclamo: es un grito desesperado. Artica pide al gobierno que declare como prioritaria la red vial del departamento, que no se siga parchando una tragedia, sino que se construya una solución definitiva.
“Como coloneños levantamos la voz. También somos Honduras y merecemos que se nos respete como un pueblo trabajador. No solo producimos, también resistimos… pero ya basta de tanta indiferencia”.