Tres jóvenes hondureños que su amistad los inspiró a un emprendimiento en la calle

Cultura Economía

Sabá. Una fresca sonrisa se dibuja en sus rostros con cierto vapor de sudor, sus ropas lucen moteadas por las manchas, mientras su manos afanadas, completan las medidas que pronto serán vendidas a clientes pasajeros. No por eso Carlos, Ariel y Mishael, pierden su estilo de ser jóvenes.

Entre esas verduras y frutas, con colores frescos y sabores propios, que este trío de jóvenes ofrece a orilla de la carretera CA-13, en el municipio de Sabá, se esconde una gran amistad, la misma que los inspiró a sacarle provecho a esta franja en el desvío a la comunidad de Elixir.

Desde hace tres años, estos jóvenes, vieron una gran oportunidad, en este sitio, que solo era aprobechado por los autobuses. Y así los tres decidieron montar un negocio, el mismo que hoy sigue ofreciendo frutas y verduras, de las que se cultivan en la zona.

Armaron galeras y con estantes improvisados, empezaron a llenarlos con guineos y otras variedades, naranjas, rambután; rábanos, habichuela, papayas, mostaza, entre otras frutas.

Su emprendimiento, le ha dado vida a este sitio, que se ha convertido en una parada obligada para los que van y vienen de la ciudad de Sabá.

Las bolsas rojas, las que llenan, de guineos y naranjas, le dan un color llamativo al sitio, también resalta las tonalidades naturales de las otras frutas y verduras que están al aire libre.

Es un mercado colorido, que estos tres jóvenes, junto a otros emprendedores mantienen activo desde las primeras horas del día hasta el anochecer.

Carlos, Ariel y Mishael, no descansan durante esta jornada activa, uno llenando bolsas con guineos, otro despachando y el siguiente cobrando, así este trío atiende su negocio.

Su historia es inspiradora, y han demostrado que esta tierra es de oportunidades para el que las busca.

Si usted viaja por esta carretera, no deje de apoyar a estos emprendedores.