Trujillo, Colón – La ciudad de Trujillo, conocida por su belleza natural y su encanto histórico, se enfrenta a un abandono que amenaza su industria turística.
A pesar de sus paradisíacos paisajes, el deterioro de la carretera que conecta la ciudad con el resto del país está afectando gravemente el turismo y la economía local.
Según Alexander Barahona, presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (CANATURH) en Trujillo, la carretera que une Corocito con Trujillo, a lo largo de 30 kilómetros, se encuentra en un estado crítico.
“La carpeta asfáltica ya dio su vida útil, esto no es solo un problema de bacheo”, explicó Barahona, señalando que se cuentan hasta 20 baches por kilómetro en algunos tramos. Esta vía conecta a Trujillo con municipios clave como Bonito Oriental, Tocoa, y ciudades importantes como Tegucigalpa, por lo que su mal estado afecta a toda la región.
El impacto en el turismo ha sido significativo. La ocupación hotelera, que se esperaba que fuera alta esta temporada, se mantiene en un 65%, lejos de lo proyectado por la cámara de turismo. “Creíamos que estaríamos mejor, pero el estado de la carretera ha alejado a los turistas”, lamentó Barahona.
Los habitantes de Trujillo, al igual que los turistas que se aventuran a llegar, también sufren las consecuencias. Carlos Solis, un conductor que viajaba a la ciudad, relató cómo casi sufre un accidente por esquivar los baches. “Es preocupante que el gobierno solo prometa reparar la carretera, pero los trabajos nunca empiezan”, añadió mientras reparaba la llanta de su auto dañada.
El deterioro de esta importante vía no solo afecta al turismo, sino que también pone en peligro a los conductores y complica el acceso a uno de los destinos más bellos de Honduras.