El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que este lunes sostendrá conversaciones telefónicas por separado con los presidentes de Rusia y Ucrania, Vladimir Putin y Volodimir Zelensky, con el objetivo de impulsar un posible alto al fuego en la guerra que ya supera dos años de duración.

A través de su red social Truth Social, Trump informó que la primera llamada se realizará a las 10:00 de la mañana con el presidente ruso, y más tarde conversará con Zelensky y, posteriormente, con representantes de la OTAN, en lo que ha descrito como un “día decisivo”.
“Los temas de la llamada serán detener la masacre que mata, en promedio, a más de 5,000 soldados rusos y ucranianos por semana, y el comercio”, escribió el mandatario estadounidense. Agregó: “Ojalá sea un día productivo, se logre un alto al fuego y termine esta guerra tan violenta, una guerra que nunca debió ocurrir. ¡Que Dios nos bendiga a todos!”.
El anuncio de Trump se produce en un momento en que la presión internacional para una solución diplomática al conflicto ha aumentado, tras los recientes acuerdos sobre el intercambio de prisioneros de guerra y los esfuerzos de ambas partes por presentar condiciones mínimas para una tregua.
Contexto diplomático tenso pero abierto
Horas antes del anuncio, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, mantuvieron una conversación telefónica en la que reiteraron su voluntad de facilitar un espacio de negociación entre Kiev y Moscú, según confirmó un comunicado oficial del Ministerio de Exteriores ruso.
En dicha llamada, Rubio expresó su satisfacción por los recientes avances en los canjes de prisioneros y reafirmó el compromiso de Washington de seguir trabajando por una salida negociada al conflicto, que ha dejado decenas de miles de muertos, millones de desplazados y daños masivos a la infraestructura ucraniana.
Una guerra que sacude al mundo
Desde su inicio en febrero de 2022, la guerra entre Rusia y Ucrania se ha convertido en uno de los conflictos más devastadores del siglo XXI, con repercusiones económicas, geopolíticas y humanitarias a escala global. La participación directa de potencias como Estados Unidos y los miembros de la OTAN ha mantenido un frágil equilibrio entre apoyo militar y presión diplomática.
El posible acercamiento promovido por Trump representa un nuevo intento de mediar en un conflicto que ha resistido múltiples esfuerzos de diálogo. Sin embargo, analistas advierten que cualquier avance dependerá de la disposición real de ambas partes a ceder terreno y aceptar condiciones mínimas de coexistencia.
Se espera que tras las conversaciones del lunes, la Casa Blanca y los gobiernos involucrados emitan comunicados oficiales sobre los resultados y próximos pasos.