“Tuvo que llegar una mujer (con lista en mano)” para enseñarles a Gobernar según la presidenta Xiomara Castro

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Mapulaca, Lempira – Con lista en mano, tono firme y mirada de maestra en pleno regaño, la presidenta Xiomara Castro anunció este lunes, desde Mapulaca, que le está dando clases gratis de gobernanza al Partido Nacional, al Liberal… y a cualquiera que se le cruce con dudas existenciales sobre el poder.

Tuvo que llegar una mujer para enseñarles cómo se gobierna”, sentenció con voz de examen oral, mientras inauguraba una aduana nueva en la frontera con El Salvador, porque si algo le gusta al actual gobierno, es cortar cintas y recordar que “antes aquí no había ni sombra”.

La mandataria, fiel al estilo refundacional que ha caracterizado su administración, declaró que en tres años y cuatro meses ha hecho más que los hombres de los últimos 200 años de historia patria, y que la prueba no está solo en Mapulaca, sino en ese misterioso “listado de proyectos” que, aunque a veces son “rayados” por la oposición, viven en el corazón del pueblo… y en su libreta de apuntes.

En su discurso, hubo tiempo para todo:

• Para recordarle al país que la refundación comenzó con jóvenes, aunque en algunos casos los “jóvenes” eran funcionarios reciclados del 2009.

• Para reiterar que las críticas son parte del machismo, y que el cambio es tan profundo que hasta las aduanas huelen a dignidad.

• Y para lanzar una advertencia muy al estilo de novela política:

“No podemos permitir que esto se detenga ni que vuelvan los mismos de siempre”… aunque algunos de los “nuevos” ya estuvieron en varias administraciones pasadas.

Mientras tanto, desde la oposición, los aludidos buscan en silencio el aula donde Xiomara dicta sus clases de “Cómo se gobierna 101”. Algunos llegaron tarde al semestre. Otros aún no aprenden a sumar.

La presidenta dejó claro que el pueblo es su mejor alumno, aunque varios ciudadanos consultados dijeron que todavía esperan ver el contenido del curso. Sobre todo los capítulos de “Salud sin escasez”, “Educación sin paros” y “Energía sin apagones”.

Por ahora, el país sigue escuchando atentamente cada clase magistral, mientras las aulas nacionales —las reales— siguen esperando a que también llegue la maestra… pero con pupitres, libros, agua y luz.

Porque gobernar, como enseñar, no solo se hace con discursos… también con hechos que aprueben el examen de la realidad.