Docentes de Arenal bloquean carretera en protesta por reformas a la ley de IMPREMA

Locales

Olanchito, Yoro – Esta mañana, un grupo reducido de maestros pertenecientes a la Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras (FOMH) de Arenal, junto con unos pocos docentes de Olanchito, bloquearon la carretera que conecta Olanchito con Sabá a la altura del puente sobre el Río Aguán.

La acción de protesta, aunque de baja convocatoria, logró captar la atención de quienes transitaban por la zona debido a la ausencia masiva del magisterio regional, que se esperaba participara en mayor número.

La toma de la carretera se realizó en demanda de la socialización de las reformas a la ley del Instituto de Previsión del Magisterio (IMPREMA). Los docentes expresaron su descontento por lo que consideran una imposición de las reformas sin un diálogo adecuado con el gremio.

“Pedimos que se socialice la ley de IMPREMA con el magisterio; no queremos imposiciones como se pretende por parte del Ministro y un diputado”, denunció Rosmel Reyes, docente de Arenal. Según él, la protesta no tiene fines políticos, sino que busca proteger los derechos que ya han sido ganados. “Nosotros peleamos por un derecho que ya tenemos ganado, esto no es política; pedimos al pueblo su comprensión”, destacó.

Otro de los puntos de mayor preocupación para los docentes es la modificación de las condiciones de jubilación. “La jubilación debe ser justa para todos y que sea a los 55 años, 30 años de servicio, las 60 rentas sin el reglamento, entre otros beneficios que nos quieren quitar. Recuerden las autoridades que los dueños del IMPREMA somos nosotros, no es nadie más, y cómo es que ellos quieren venir a hacer lo que quieren con algo que es nuestro”, puntualizó Reyes.

Galeas, otro docente participante de la protesta, expresó su decepción con las promesas incumplidas del gobierno. “La presidenta Xiomara Castro nos ofreció que los derechos que se nos habían quitado serían devueltos, pero aquí está haciendo todo lo contrario”, lamentó.

La protesta,  refleja un malestar entre los docentes de la región que, preocupados por su futuro, exigen ser escuchados antes de que cualquier reforma sea implementada.