Entre la nostalgia y el abandono el correo de Honduras se mantiene operativo en el litoral atlántico

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La Ceiba. Entre esa nostalgia de aquellos tiempos en que los carteros llegaban hasta la puerta de su casa, cuando ella era joven, hoy doña Virginia Ávila, sigue conservando ese sentimiento,  pero ya  sin recibir esas postales; sino enviando otro tipo de encomiendas. Ella es una de los poca personas de La Ceiba, que siguen dependiendo del correo de Honduras.

Cada vez que puede enviar un encargo, doña Virginia llega a la única oficina del Correo que está en la avenida Morazán, del barrio Mejía, de esta ciudad. Por aquí les hace llegar medicinas, alimentos y otros pedidos a sus familiares que viven en Estados Unidos

“Es más barato enviar por aquí, aunque tarda más. Pero es efectivo”, comenta esta mujer de  que  supera los 70 años, mezclando sus sentimientos entre aquellos tiempos dorados de correo y los del ferrocarril,

“Me trae muchos recuerdos, cuando el cartero llegaba a la casa, era una alegría, pero todo eso se terminó, ahora son tiempos diferentes”, recuerda doña Virginia, una nativa de Olanchito, quien llegó por el tren a La Ceiba a finales de los años sesenta.

“Ahora ya no escribo cartas, pues los celulares han venido a cambiar todo: acortan tiempo y distancias”, cuenta, mientras observa como envuelven la encomienda qué envía a un un hijo suyo que vive en el extranjero.

Recordando aquellos tiempos dorados del Correo Nacional, esta anciana envía medicinas, algunas plantas medicinales; alimentos y documentos hacia Estados Unidos.

“Siempre les mando algunas comidas y medicinas, también otros productos, que ellos extrañan”, dice.

El Correo de Honduras, ha quedado operando más con esos pedidos nostálgicos. “Ya son pocas las personas que escriben cartas, la gente envía más otras cosas”, asegura Ricardo La prestó, encargado de esta oficina postal en La Ceiba.

No solo al extranjero llevan encomiendas, también a otras ciudades del país.  Está oficina tiene más de 1,600 apartados postales, “y más de 90% están en uso; algunos particulares y la mayoría son empresas. Cada uno paga 900 lempiras al año por tener un apartado”, expresó Lapresti.

Entre esa nostalgia que todavía quedó atrapada en esta oficina, también es imposible poder ignorar el deterioro en que se encuentra actualmente. El Correo de Honduras, además de La Ceiba, también cuenta con oficinas postales en Jutiapa y Tela en Atlántida; así como en Tocoa y Trujillo en Colón y Olanchito,. Yoro.