En una revelación que sacude los cimientos de la política hondureña, el libro “El Traidor, el diario secreto del hijo del Mayo”, escrito por la periodista mexicana Anabel Hernández, desentierra una oscura conexión entre el expresidente hondureño Manuel Zelaya y el narcotraficante Héctor Emilio Fernández Rosa, conocido como “Don H”.
Según el libro, Don H financió la campaña de Zelaya con dos millones de dólares, proporcionando un aterrador vistazo a la íntima relación entre la política y el narcotráfico en Honduras.
El relato, basado en los diarios del hijo de Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, destaca cómo Fernández Rosa, un proveedor clave de cárteles mexicanos desde 1998, logró levantar el infame Cártel de los Soles en Honduras. Este vínculo fue sellado, según el libro, con un soborno multimillonario que facilitó la elección de Zelaya en 2006 y que se extendió más allá de su derrocamiento en 2009.
El financiamiento de la campaña de quien asumió la presidencia tras el golpe de Estado, garantizó que Don H pudiera operar libremente, transportando masivos cargamentos de cocaína a través del país.
El período entre 2008 y 2010 marcó un auge en las actividades de Fernández Rosa, quien, además de la cocaína, comenzó a abastecer de metanfetaminas al Cártel de Sinaloa. La infraestructura para este lucrativo negocio se estableció en el Departamento de Cortés, donde, según el diario, Don H construyó un laboratorio de metanfetaminas con la ayuda de Vicentillo, el hijo del Mayo Zambada.
El libro describe con detalles escalofriantes cómo Fernández Rosa, en colaboración con “El Marisquero”, un poderoso lugarteniente del Chapo Guzmán y cercano al Mayo Zambada, convirtió a Honduras en un eje central del tráfico de metanfetaminas hacia México.
En ese periodo, la corrupción alcanzó niveles alarmantes, con la efedrina, un precursor esencial para la producción de metanfetaminas, fluyendo libremente a través de los puertos hondureños.
La sombra de los hermanos Zelaya Rosales, Manuel y Carlos, se extiende a lo largo de estas páginas, mencionados repetidamente en testimonios de narcotraficantes condenados en Estados Unidos. Aunque las acusaciones son serias, queda por ver si Washington tomará acciones concretas contra estos personajes, o si, como ha ocurrido en otras ocasiones, la historia quedará archivada sin consecuencias.
El libro “El Traidor” no solo destapa los oscuros secretos de la política hondureña, sino que también subraya la impunidad con la que operaban los capos del narcotráfico, asegurándose protección política a cambio de millones en sobornos.
Con las revelaciones de Anabel Hernández, el expresidente Zelaya y su hermano Carlos, actualmente bajo el escrutinio por otros escándalos de narcotráfico, enfrentan una nueva oleada de acusaciones que podrían definir el futuro de la lucha contra el narcotráfico en Honduras.
Mientras los ojos del mundo observan, el futuro de los Zelaya pende de un hilo, con el tiempo y las acciones de la justicia estadounidense como los factores que decidirán si enfrentarán las consecuencias de sus presuntos actos.
Las revelaciones de “El Traidor” colocan a los hermanos en el centro de una red de corrupción y tráfico de drogas, un legado que podría empañar para siempre su lugar en la historia de Honduras.