En su discurso durante la 79 Asamblea General de la ONU, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, denunció públicamente que está siendo amenazada por las mismas fuerzas del capital que hace 15 años ejecutaron un golpe de Estado contra el expresidente Manuel Zelaya.
Castro mencionó que estas amenazas surgieron debido a su impulso de cambios estructurales en el modelo económico de Honduras y su denuncia contra el régimen tributario que perpetúa desigualdades.
Durante su intervención, la presidenta hondureña culpó al capitalismo global de ser el principal responsable de la destrucción de los recursos naturales y de oprimir a las condiciones de vida de la humanidad. Además, señaló que su gobierno ha enviado un nuevo borrador del convenio para la instalación de la Comisión Internacional Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH), subrayando el compromiso de su administración en la lucha contra la corrupción.
Castro también aprovechó la plataforma internacional para pedir el levantamiento de los embargos a Cuba, Nicaragua y Venezuela, y condenar el genocidio contra el pueblo palestino.
Criticó la globalización y las políticas neoliberales, señalando que han fracasado en llevar prosperidad a los pueblos, concentrando la riqueza en las manos de unos pocos países y elites mientras se empuja a las clases trabajadoras hacia la migración y la sobrevivencia.
En cuanto a su administración, la presidenta destacó logros importantes como la reducción de la pobreza en 12 puntos porcentuales y la disminución histórica de 15 puntos en los homicidios.
Asimismo, mencionó el ambicioso proyecto de construcción de un ferrocarril interoceánico entre Puerto Castilla y Puerto de Amapala como parte de sus esfuerzos para revitalizar la economía del país.
Castro concluyó su discurso recordando las palabras de la activista hondureña Berta Cáceres, llamando a la humanidad a despertar y actuar antes de que sea demasiado tarde.