Olanchito, Yoro – Este Jueves se reunieron los representantes del proyecto “Camino de los Sueños”. Este ambicioso esfuerzo busca revivir la historia ferroviaria que conecta a los municipios de Olanchito, Jutiapa, Sonaguera, La Ceiba y Saba, uniendo no solo geografías, sino recuerdos de un pasado glorioso que marcó el desarrollo del litoral atlántico de Honduras.
El proyecto, que despertará memorias en muchos de los que vivieron la época dorada del tren, tiene como objetivo recuperar los vestigios del antiguo ferrocarril: el túnel de Quemado, los puentes de madera ya desgastados por el tiempo, las viejas estaciones que aún desafían al paso de los años, y el imponente puente alto de Sonaguera, entre otros.
Todos estos lugares, impregnados de historia, se convertirán en parte de una ruta turística que promete revivir un capítulo olvidado de la región, e impulsar el desarrollo económico.
La reunión, se realizo en la zona de reserva de El Colibri Esmeralda Hondureño, reunió a actores claves como representantes municipales, el Instituto de Conservación Forestal (ICF), la Cámara Nacional de Turismo de La Ceiba, la Cooperación Asturiana de España, y autoridades de SERNA, Educación Departamental, y la Secretaría de Turismo.
La colaboración de estas instituciones es crucial para la ejecución de este proyecto turístico y social, que se espera comience a mostrar avances tangibles a finales de octubre.
El Camino de los Sueños es más que un recorrido físico; es una conexión emocional con el pasado, un puente entre generaciones que permitirá a los visitantes redescubrir las huellas del ferrocarril que alguna vez transportó no solo mercancías, sino esperanzas y sueños.
Con una inversión cercana a los cuatro millones de lempiras, este proyecto también tiene un componente social, al buscar el empoderamiento de mujeres microempresarias de la región, quienes tendrán un papel activo en su desarrollo.
Así, los recuerdos ferroviarios, guardados celosamente en la memoria colectiva de estos municipios, están a punto de ser rescatados. Y con ello, el sueño de revivir un legado que marcó la identidad de todo el Valle del Aguán y el litoral Atlántico más cerca que nunca de hacerse realidad.