Trujillo, Colón – La comunidad de Chapagua, Trujillo, Colón, enfrenta un drama desgarrador: más de 60 cuerpos han sido arrastrados por las fuertes crecidas del río Aguán, dejando al cementerio local sumido en el caos y la desolación.
Paradójicamente, unos 15 cuerpos fueron reubicados antes que las más de 130 familias que han solicitado desde hace más de una década su reubicación por el constante peligro que representa el río.
El dolor de los habitantes es profundo. Ver cómo los restos de sus seres queridos son arrastrados por las aguas es una muestra del abandono estatal que han denunciado por años. “Aquí se habla más de los muertos que de nosotros, porque ni siquiera el cementerio pudo salvarse”, expresó un residente con evidente frustración.
Chapagua, una comunidad vulnerable y olvidada, ha pedido insistentemente la intervención del Gobierno para ser trasladada a un lugar seguro, pero las solicitudes han caído en oídos sordos.
Mientras tanto, el río continúa avanzando, amenazando no solo el cementerio, sino también las vidas de quienes aún habitan en la zona.
Los pobladores exigen una respuesta inmediata, conscientes de que cada crecida del río puede ser el último aviso antes de una tragedia mayor.