En Honduras, cada proceso electoral es una oportunidad para fortalecer la democracia, pero también un reto en términos de transparencia y participación. Con las elecciones primarias mañana domingo, surge una pregunta fundamental: ¿están los ciudadanos realmente preparados para ejercer su derecho al voto de manera efectiva?

Más allá del acto de marcar una papeleta, votar implica conocer las reglas del juego. La falta de información ha llevado en el pasado a un número significativo de votos nulos o en blanco, lo que distorsiona los resultados y, en muchos casos, beneficia a ciertos sectores políticos. Para evitar que esto ocurra, es esencial comprender las diferencias entre un voto válido, nulo o en blanco.
Un voto en blanco ocurre cuando el elector deja la papeleta sin marcar, lo que en términos prácticos es una renuncia a elegir.
Un voto nulo, en cambio, se produce cuando la intención del elector no es clara debido a errores, tachaduras, marcas fuera del recuadro correspondiente o incluso papeletas dañadas.
A pesar de que el sistema electoral hondureño ha evolucionado con la implementación de la biometría, persisten problemas estructurales como la desinformación y la falta de cultura cívica.

Conociendo esto, es imprescindible que cada ciudadano se informe y siga correctamente los pasos para emitir un voto válido:
• Verificar su centro de votación. Antes del 9 de marzo, cada elector debe confirmar dónde le corresponde votar a través de la página del Consejo Nacional Electoral (CNE) o del Registro Nacional de las Personas (RNP).
• Presentar su DNI o cédula de identidad. Es el único documento válido para votar.
• Acudir a la Junta Receptora de Votos (JRV). Allí se verificará su registro y se utilizará el lector biométrico.
• Recibir la papeleta electoral. Corresponde al partido de su elección (Liberal, Nacional o Libre) y contiene los nombres y fotografías de los precandidatos a presidente, diputados y alcaldes.
• Marcar su voto correctamente. Se debe hacer con una “X” u otro signo claro dentro del recuadro del candidato de preferencia. En el nivel de diputados, solo debe marcarse el número de candidatos permitido por departamento.
• Depositar la papeleta en la urna. Con este último paso, el voto queda registrado.
Se estima que más de dos millones de hondureños participarán en los comicios de este domingo. Sin embargo, la interrogante sigue latente: ¿se traducirá esta participación en una elección informada o se repetirá el mismo patrón de desinterés y desconocimiento?
El derecho al voto es una responsabilidad cívica que no debe tomarse a la ligera. En un país donde la democracia enfrenta constantes desafíos, cada voto cuenta. No se trata solo de elegir un candidato, sino de decidir el rumbo que tomará la nación en los próximos años.