San Francisco, Olanchito – El olor a tortillas de harina recién aventadas sobre una lámina caliente, el crujir de unas pocas estillas de leña y el sabor inconfundible de frijoles machacados con cebolla dieron la bienvenida a una mañana distinta en la comunidad de San Francisco, Olanchito.

Fue ahí donde el alcalde Juan Carlos Molina inauguró con un desayuno simbólico el inicio oficial de la instalación de mil estufas ecológicas como parte del Proyecto Mirador en el municipio.
En medio de risas, platos compartidos, los asistentes vivieron una muestra real del cambio que estas estufas significan para cientos de familias, especialmente en las zonas rurales del Medio Aguán. La galera, convertida en cocina, se impregnó del aroma a esfuerzo, tierra húmeda y progreso.
“Estas estufas cambiarán la vida de muchas madres en nuestras comunidades. Con menos leña, menos humo y más salud, estamos construyendo un futuro más digno y sostenible para las familias de Olanchito”, expresó el alcalde Juan Carlos Molina mientras compartía tortillas recién hechas con los vecinos.

El sistema de cocción conocido como estufa 2X3 se alimenta con muy poca leña, genera alta eficiencia térmica y reduce significativamente la exposición al humo tóxico, uno de los factores que, durante años, provocó enfermedades respiratorias en las amas de casa del campo.
De acuerdo con los responsables del proyecto, el valor aproximado de cada estufa ronda los 12 mil lempiras, una inversión que es financiada en su totalidad por el Proyecto Mirador y la Municipalidad de Olanchito, salvo por algunos insumos básicos —una lata vacía, cenizas y barro— que aportan los beneficiarios.
“Nuestro objetivo es que estas cocinas limpias lleguen a quienes más las necesitan. No es solo una estufa, es una herramienta de salud, ahorro y dignidad”, señaló el encargado del Proyecto Mirador, durante su intervención.
Las primeras unidades ya se están construyendo en comunidades como San Francisco, Armenia y Puerto Escondido, con el acompañamiento de promotores locales que han sido capacitados para replicar el modelo y extender sus beneficios.
El proyecto no solo impactará a nivel doméstico y sanitario, sino también ambiental: el consumo de leña se reduce hasta en un 70%, lo que contribuye directamente a la conservación forestal y la reducción de emisiones contaminantes.
