El gerente de generación de la Compañía Eléctrica Bonaco (Belco), Yohari Aguilar, expresó que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) ha asumido el control total del flujo de energía en Guanaja, Islas de la Bahía, tras la intervención realizada por el Gobierno en las instalaciones de Belco.
Durante una entrevista en un noticiero, Aguilar indicó que la ENEE justificó la intervención alegando que Belco no ha proporcionado un servicio de energía adecuado, calificándolo de ineficiente.
Además, mencionó que algunos sectores de la población se han quejado de las tarifas abusivas cobradas por Belco, lo cual fue uno de los principales argumentos utilizados para la intervención.
Aguilar denunció que esta intervención por parte de la ENEE es irregular en todos los sentidos y que, en lugar de ser una mediación justa, él y su equipo creen firmemente que se trata de una expropiación.
Desde el momento en que el personal de la ENEE intervino en las instalaciones de Belco, la junta administrativa de la compañía decidió cesar sus operaciones y permitir que la ENEE tomara el control de la generación, distribución y comercialización de energía en la isla.
Según Aguilar, la ENEE, actuando como junta interventora, pretende manejar todo el flujo de energía eléctrica en Guanaja pero quiere que Belco continúe operando con su personal técnico y de distribución bajo las nuevas reglas impuestas.
Aguilar declaró que esto no es posible porque el personal de Belco está sometido a la autoridad de su empleador original y no pueden ceder a las exigencias de la ENEE.
Además, Aguilar señaló que la ENEE carece del personal capacitado necesario para operar las plantas de generación de Belco en Guanaja de manera eficiente.
Asimismo, mencionó que el personal de Belco no puede utilizar las instalaciones, ya que están militarizadas, calificando esta situación como una violación contra la empresa privada.
Finalmente, Aguilar subrayó que la intervención de la ENEE no solo afecta la operación de Belco, sino que también representa una amenaza a la estabilidad del servicio de energía eléctrica en la isla, planteando preocupaciones sobre la capacidad de la ENEE para mantener un suministro eficiente y confiable.