Lluvias aumentan capacidad de embalses y mitigan crisis energética en Honduras

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Al comenzar la temporada de lluvias en  Honduras, los embalses encargados de la generación de energía eléctrica, como el de Patuca III en Olancho, han empezado a recuperar sus niveles, creando expectativas de reducción en la frecuencia de los apagones que afectan al país.

Kevin Rodríguez, especialista en energía de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), explicó que la situación de sequía, agravada por el fenómeno del Súper Niño, había reducido significativamente el caudal de varios ríos en el oriente del país, afectando directamente la capacidad operativa de instalaciones como Patuca III, que depende completamente del flujo de su río para generar electricidad.

“Este proyecto, que costó más de 500 millones de dólares y se esperaba que operara a una capacidad similar a la de la represa El Cajón, dejó de producir energía temporalmente debido a la baja en el nivel del agua”, comentó Rodríguez.

A nivel nacional, la represa Francisco Morazán, conocida popularmente como El Cajón, también experimentó descensos críticos durante el verano, alcanzando niveles de agua tan bajos que su capacidad de generación se vio comprometida, pasando de 300 a 280 megavatios.

Sin embargo, con las recientes lluvias, se ha observado un incremento en su nivel hasta los 266 metros sobre el nivel del mar (msnm), ofreciendo un leve respiro.

Rodríguez añadió que, además de mejorar la generación hidroeléctrica, las lluvias traen consigo vientos que benefician la generación eólica. No obstante, advirtió que la solución a la crisis energética no debe depender exclusivamente del clima, dado que la demanda de energía en el país supera los dos mil megavatios y, en horas pico, la producción apenas alcanza los mil 700 megavatios.

“Estas lluvias ayudan, pero no son una solución definitiva al problema energético del país”, concluyó el experto.