Ada Amalia Puerto Ramírez, una destacada abogada y notaria, es el reflejo vivo de un legado familiar arraigado en la historia y la cultura de Olanchito. Hija del abogado Ibrahim Puerto y Sonia Ramírez, Ada Amalia proviene de una familia que ha dejado una profunda huella en la ciudad. Sus abuelos, Francisco Ramírez y Ada Lozano Tejeda, junto con Jacobo Puerto y Amalia Posas, son figuras recordadas en la ciudad, con Francisco sirviendo como alcalde en dos ocasiones e instituyendo la Semana Cívica que fundó Francisco Murillo Soto y un grupo de compañeros maestros y amigos.
Durante muchos años, Ada Amalia desempeñó el papel de Sub Gerente administrativo en la Fundación Católica, donde su labor altruista y su compromiso con la comunidad dejaron una marca indeleble, fue la fundadora del primer Canal Catolico de Honduras.
En la bulliciosa capital, Tegucigalpa, se convirtió en una luz de esperanza para cientos de Olanchitos que buscaban ayuda o asistencia en trámites burocráticos en diversas instituciones, incluida la Casa Presidencial. Su reputación de sinceridad, altruismo y solidaridad la precede, cualidades que heredó de sus padres y abuelos.
Además de su incansable labor profesional, Ada Amalia es una defensora apasionada de los más vulnerables. Como Vice Presidente de Aldeas Infantiles SOS, anhela ver construido un hogar para niños sin familia en Olanchito.
Su compromiso con el bienestar de la comunidad se extiende a la donación de terrenos para la Universidad Nacional Autónoma de Honduras , UNAH-TEC Aguán, así como para las futuras oficinas de COPECO en la ciudad.
El corazón generoso de Ada Amalia se refleja en su apoyo constante a instituciones como el Hogar del Adulto Mayor Caridad Posas, la Iglesia Católica y varias bibliotecas escolares, entre otras. Su contribución a la sociedad no pasa desapercibida, y fue honrada por el Club Rotario como Mariscal del Gran Carnaval del Jamo 2024. Este prestigioso reconocimiento es un testimonio del impacto duradero que ha tenido en la ciudad que un dia le vio nacer, y su dedicación a mejorar la vida de los demás.
El altruismo y la devoción de Ada Amalia Puerto, que durante mucho tiempo pasaron desapercibidos, finalmente reciben el reconocimiento que merecen. Su compromiso con el servicio social y cultural ha dejado una marca indeleble en Olanchito, inspirando a otros a seguir su ejemplo de generosidad y compromiso con el bienestar común.
