La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (COPECO) elevó a Alerta Amarilla el departamento de Valle por un periodo de 48 horas, debido a las intensas lluvias y mareas altas que afectan la región. El resto del país permanece bajo Alerta Verde por el mismo lapso, según informó la institución este martes.
El Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) advirtió que una vaguada en superficie y el acercamiento de la Zona Intertropical de Convergencia al Océano Pacífico provocarán lluvias de moderadas a fuertes, acompañadas de actividad eléctrica en gran parte del territorio hondureño. Las condiciones son particularmente preocupantes en el sur del país, donde el oleaje en el Golfo de Fonseca alcanzará entre tres y cuatro pies, lo que agrava el riesgo en las zonas costeras.
COPECO hizo un llamado a los habitantes de Valle y sus alrededores, advirtiendo que eviten cruzar ríos, vados y quebradas crecidos, como el río Goascorán, ante el riesgo de posibles desbordamientos. Se instó especialmente a la población que reside en zonas propensas a deslizamientos e inundaciones a evacuar a lugares seguros para evitar tragedias.
En el paso de Ercilia, una de las zonas críticas durante los temporales, COPECO solicitó no cruzar sin tomar las debidas precauciones y mantenerse al tanto de los informes meteorológicos.
Pérdidas en la zona sur: Fincas afectadas por el temporal
El impacto del temporal no solo pone en riesgo la seguridad de los habitantes, sino que también ha provocado pérdidas económicas significativas. El productor independiente Javier Rodríguez informó sobre las pérdidas parciales y totales en varias fincas de camarón, particularmente en la zona de Los Amates. Rodríguez urgió al gobierno a atender la situación, destacando que el sector ya estaba en dificultades tras el cierre del mercado de Taiwán y el establecimiento de relaciones con China, lo que ha afectado severamente a los exportadores.
El alcalde de Alianza, Faustino Manzanares, lamentó que las mareas altas hayan vuelto a provocar inundaciones en la zona, afectando a 56 viviendas que anualmente sufren los estragos de las crecidas. Aunque hasta el momento no se han activado los albergues, muchas familias han optado por refugiarse con familiares y conocidos. Manzanares hizo un llamado a buscar soluciones permanentes para mitigar estos efectos recurrentes.
Mientras las lluvias continúan azotando la región sur de Honduras, las autoridades mantienen una vigilancia constante, recordando a la población que la prevención y el seguimiento de las alertas es vital para evitar mayores tragedias.