La evidencia en video revela que el atacante disparó contra las viviendas de Juan Carlos Molina y Juan José “Joche” Molina, enviando un mensaje de intimidación que podría marcar la campaña electoral en Olanchito.
Olanchito, Yoro – En la oscuridad de la noche, un hombre armado caminó directo a las casas del alcalde Juan Carlos Molina y de su hermano, el candidato a diputado Juan José “Joche” Molina… y abrió fuego sin piedad.
Dos familias, dos blancos, un solo mensaje: Miedo.
¿Intentan callar al coordinador político del Partido Nacional en Yoro?

A seis días del atentado armado contra la vivienda del alcalde Juan Carlos Molina, nuevos elementos refuerzan la hipótesis de que el ataque podría tener un trasfondo político.
Fuentes cercanas confirmaron que los disparos no solo impactaron contra la casa del edil, sino también contra la vivienda del candidato a diputado suplente Juan José “Joche” Molina, hermano del alcalde y vecino inmediato.
Las imágenes de video vigilancia revelan la secuencia del ataque: un sujeto aparece caminando desde un sector oscuro de la calle, abre fuego contra la vivienda del alcalde y, acto seguido, se da la vuelta y efectúa dos disparos hacia la casa de “Joche” Molina.
Luego, el individuo regresa tranquilamente en dirección a la misma calle que conduce al rastro municipal, ruta por la que llegó inicialmente.
Aunque se desconoce el punto exacto de impacto de los proyectiles en la vivienda del candidato a diputado suplente, este doble ataque eleva la preocupación y fortalece la versión de que el objetivo sería intimidar políticamente a la familia Molina, con la intención de que desistan de su participación activa en el escenario electoral.
Hasta el momento, la investigación oficial mantiene silencio sobre avances concretos.
El propio alcalde Molina, quien además funge como coordinador político del Partido Nacional en el departamento de Yoro, declaró que no tiene enemigos personales y que jamás ha sostenido conflictos que justifiquen un ataque de esta naturaleza.
Analistas consideran que la elección de las viviendas como blancos simultáneos envía un mensaje calculado: no se trata de un simple acto de violencia común, sino de un gesto con carga política que pretende golpear la moral y generar miedo en la familia y la estructura partidaria de el edil.
Olanchito sigue a la espera de que las autoridades esclarezcan los hechos y respondan a una pregunta que crece con el paso de los días: ¿quién está detrás del atentado y qué busca al atacar directamente a dos figuras políticas de la misma familia?