El Cangrejal sigue enfurecido y comunidades hambrientas desafían sus corrientes

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La Ceiba. Las corrientes siguen complicando la vida para decenas de comunidades en la parte alta del río Cangrejal, en el municipio de La Ceiba, que llevan más de tres semanas con caminos destruidos.

Un manto rocoso es lo que ha quedado de la carretera, columna vertebral del turismo de aventura y comunitario, así como la ganadería, agricultura, producción de cacao, rambután, plátanos, entre otros.

El río Cangrejal junto con sus tributarios se han unido para dividir comunidades enteras, aquí solo desafiando sus corrientes rápidas, es que los habitantes pueden salir hacia La Ceiba.

La furia  del Cangrejal tiene de rodillas a unas veintena de comunidades, cuyos habitantes hambrientos deben desafiar sus corrientes para poder salir a buscar alimentos.

Los daños por la tormenta tropical Sara y el primer frente frío, fueron atendidos a medias, pero las lluvias de la masa de aire frío, dejó nuevas destrucciones, y ahora los trabajos por atenderlos se han multiplicado.

Decenas de hombres tienen que cargan la ración de alimentos que el Gobierno y organismos internacionales están haciendo llegar hasta donde los vehículos logran avanzar.

El relleno que se había tirado las corrientes del río se lo llevaron y ahora ha dejado sin paso a estas comunidades. El puente aéreo que desde un inicio se creo para llevar ayuda, está suspendido debido a las condiciones climatológicas, que no permiten el sobrevuelo de los helicópteros.