La sencillez que lo caracterizó en vida se refleja en su último descanso: sin catafalco, en la humilde capilla donde vivió su pontificado
Ciudad del Vaticano — El Vaticano ha difundido este martes las primeras imágenes del papa Francisco, fallecido ayer lunes a los 88 años, generando conmoción en el mundo católico y más allá de sus fronteras espirituales.
En las fotografías divulgadas por la Santa Sede, el cuerpo del Pontífice yace con sobriedad dentro de un ataúd de madera abierto, sin catafalco ni fastos ceremoniales, en la Capilla de Santa Marta, su hogar durante más de una década como líder de la Iglesia Católica.
A diferencia de sus predecesores, el papa Francisco optó desde el inicio de su papado por vivir en la residencia de Santa Marta, renunciando a los lujos del Palacio Apostólico.
Ese mismo lugar ha sido ahora el escenario íntimo de su despedida, reflejando el estilo austero y pastoral que definió su pontificado. En las imágenes se puede apreciar al Pontífice revestido con ornamentos litúrgicos rojos y con el rostro sereno, mientras religiosos y fieles cercanos oran en silencio.
Francisco, el primer papa latinoamericano y jesuita en la historia de la Iglesia, marcó una era de apertura, diálogo y compromiso con los más pobres.
Las exequias están previstas para los próximos días en la Plaza de San Pedro, pero su cuerpo será velado de forma privada hasta entonces. Miles de peregrinos ya comienzan a llegar a Roma para dar el último adiós a un líder que transformó el papado con su sencillez, firmeza y cercanía.
La imagen de Francisco en su descanso final, sin pompas ni excesos, es la última lección de quien prefirió siempre el gesto humilde por encima del protocolo: un Papa del pueblo, que eligió partir como vivió.
