Francisco el primer pontífice latinoamericano y reformador de la Iglesia Católica

Especial PAPA FRANCISCO

Jorge Mario Bergoglio será recordado por su cercanía con los pobres, sus reformas internas y su llamado constante a la misericordia

Ciudad del Vaticano — Jorge Mario Bergoglio, conocido mundialmente como el papa Francisco, falleció el lunes a los 88 años dejando un gran legado como el primer pontífice latinoamericano, jesuita y el primero en adoptar el nombre de Francisco.

Su elección en marzo de 2013 marcó un giro en la historia del Vaticano, trayendo una visión más pastoral, cercana y enfocada en los marginados.

Nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, Bergoglio fue ordenado sacerdote en 1969 y más tarde se convirtió en arzobispo de Buenos Aires y cardenal.

Su humildad y compromiso con los pobres lo convirtieron en una figura respetada en América Latina. En 2013, tras la sorpresiva renuncia de Benedicto XVI, fue elegido como el 266º papa de la Iglesia Católica.

Durante su pontificado, Francisco impulsó importantes reformas en la administración del Vaticano, promovió una Iglesia más transparente y enfocada en la sinodalidad —una forma de liderazgo compartido— y trabajó arduamente contra los abusos sexuales dentro de la Iglesia, aunque enfrentó críticas por la velocidad de su respuesta.

El Papa también será recordado por su encíclica Laudato Si’, en la que hizo un histórico llamado a la protección del medio ambiente, así como por su énfasis en una Iglesia “en salida”, que prioriza el acompañamiento a los excluidos, inmigrantes, pobres y enfermos.

Promovió el diálogo interreligioso, apoyó a las víctimas de guerra, y criticó el capitalismo salvaje y la cultura del descarte.

Francisco visitó más de 50 países durante su pontificado, incluyendo algunos en conflicto, como Irak y Sudán del Sur, llevando un mensaje de paz, reconciliación y compasión.

El papa Francisco será velado en los próximos días en el Vaticano, y millones de fieles alrededor del mundo lo recuerdan como un líder espiritual que desafió las estructuras rígidas, humanizó el papado y luchó por una Iglesia más inclusiva, misericordiosa y cercana a los que sufren.