En medio del humo que aún se eleva como un suspiro triste desde las laderas del cerro Pacura, una imagen se abre paso como un poema visual de valentía y amor por la tierra: los brigadistas forestales de Olanchito, de pie, cubiertos de polvo, hollín y cansancio, pero con la dignidad intacta y el corazón encendido por el deber cumplido.

La fotografía, tomada tras una intensa jornada combatiendo uno de los múltiples incendios que amenazan los pulmones verdes de este municipio, muestra a los miembros de las brigadas conformadas por empleados de la Alcaldía Municipal de Olanchito, del Instituto de Conservación Forestal (ICF), de la organización ECOLOGIC, DOLE ZAMORANO y del Benemérito Cuerpo de Bomberos.
Con sus rostros curtidos por el sol y la batalla, posan frente al bosque herido, sosteniendo sus herramientas como estandartes de resistencia.

Cada uno representa más que un oficio: simbolizan la esperanza de un pueblo que se niega a perder su riqueza natural, que se organiza, que lucha, que no se rinde. En sus botas aún hay ceniza, en sus ojos todavía chispean las últimas llamas, pero en su espíritu arde una convicción poderosa: proteger la vida.

Porque gracias a ellos, aún se escucha el canto de los pájaros, aún brota el verde en las montañas y aún late la esperanza de un Olanchito más consciente, más protegido y más humano.
Olanchito, desde el corazón de sus montañas hasta los pasillos de su gente, reconoce y agradece. Esta imagen no solo documenta un momento. Es un recordatorio de que los verdaderos héroes no siempre llevan capa… a veces llevan machete, mochila, y una camiseta empapada en sudor y patria.

Por nuestros bosques, por nuestro futuro, gracias brigadistas.
Olanchito está orgulloso de ustedes.