Ginebra – La crisis de desplazados en Honduras, con centenares de miles de migrantes en tránsito hacia México y EE.UU. unidos a otras personas que huyen de la violencia dentro del país centroamericano, es una de las 10 más olvidadas del mundo, según la clasificación anual que elabora el Consejo Noruego de Refugiados.
La ONG con sede en Ginebra elabora anualmente esta lista, donde Honduras es el único país no africano y figura en sexta posición, por detrás de Burkina Faso, Camerún, República Democrática del Congo, Mali y Níger.
A continuación se situarían Sudán del Sur, República Centroafricana, Chad y Sudán, según un ránking en el que Honduras no figuraba el pasado año y que se elabora teniendo en cuenta tres factores: la ausencia de estas crisis en los medios de comunicación, la falta de iniciativas políticas y diplomáticas para resolverlas, y el déficit de financiación de sus necesidades humanitarias.
La crisis hondureña es la que menor atención financiera recibe de las 10 destacadas este año, ya que sólo un 15 % de los 280 millones de dólares solicitados por la ONU y otros actores humanitarios para atender las necesidades del país fueron aportados por los donantes.
Según recordó NRC en su informe, la crisis en Honduras es resultado del alto número de personas que huyen de la violencia del crimen organizado, los impactos del cambio climático, la pobreza y el hambre.
Unos 3,2 millones de personas en el país requirieron ayuda humanitaria en 2023, indicó la ONG, que también señaló como un factor de la crisis el alto número de feminicidios que sufre la nación centroamericana, con una mujer asesinada casi a diario el pasado año.
Un cuarto de millón de desplazados en Honduras requirieron ayuda humanitaria el pasado año, señaló un informe que también destacó que unos 56.000 regresaron a sus casas, en muchos casos forzados a ello pese a que las condiciones aún no permitían un retorno seguro.
A este desplazamiento interno se unen los más de 750.000 migrantes que cruzaron el país en 2023 en tránsito hacia México y Estados Unidos.
«Los esfuerzos de la comunidad humanitaria por llamar la atención sobre esta crisis tuvieron una respuesta muy discreta, y hay riesgo de que la situación empeore si no se cuenta con un plan de ayuda de Naciones Unidas en el futuro», destacó el Consejo Noruego de Refugiados, organización liderada por el excoordinador humanitario de la ONU Jan Egeland. Proceso Digital