La épica búsqueda del amor: la historia de la “banda de Firulais” en el parque de Olanchito

Cultura

En una tarde soleada de abril, mientras paseaba por el parque de Olanchito, me topé con una escena que parecía sacada de una película. Siete perros callejeros, a los que cariñosamente llamo la “banda de Firulais”, deambulaban por las aceras peatonales del parque con un aire de determinación en sus movimientos.

Entre ladridos y gruñidos, estos valientes caninos competían por el afecto de una perrita de pelaje café que parecía ser el centro de atención de todos ellos. La hembra, con su mirada vivaz y su cola agitándose, observaba con curiosidad a sus pretendientes mientras daba pasos coquetos alrededor de ellos.

A pesar del calor del sol y de la posible incomodidad que podrían sentir por el hambre que seguramente los acompañaba, estos fieles compañeros no perdían la esperanza de ganarse el corazón de la deseada perrita. Cada uno de ellos mostraba su mejor actitud, moviendo la cola, jugueteando y buscando llamar la atención de la dama de pelaje café.

Para los espectadores que presenciábamos esta escena, era difícil no sentir simpatía por estos caninos que, a pesar de enfrentar las adversidades de la vida en la calle, encontraban momentos de alegría y compañerismo en la búsqueda del amor. Era una lección de resiliencia y determinación que recordaré por mucho tiempo.