Olanchito, Yoro — El Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (SENASA) confirmara la amplia presencia de langosta voladora en más de 30 mil hectáreas distribuidas entre los municipios de Olanchito, Jocón y Arenal.

Según el director técnico de SENASA, Alexis Cabrera, el brote está georreferenciado y bajo monitoreo constante, ya que podría expandirse rápidamente hacia los municipios de Sabá, Sonaguera y Tocoa, zonas donde se encuentran más de 12 mil hectáreas de cultivos cítricos que representan ingresos anuales de entre 700 y 1,000 millones de lempiras para el país.
“Tenemos que evitar la migración de la langosta a como dé lugar. Esta plaga se alimenta de más de 400 especies vegetales y donde se alimenta, ahí también anida. En la zona hay abundancia de alimentos como maíz, plátano, sandía y pasto, pero cuando escaseen, la langosta puede migrar hasta 20 kilómetros diarios en busca de comida”, advirtió Cabrera.
SENASA ha iniciado una estrategia de georreferenciación de los focos de infestación y anidamiento, con el objetivo de contener la plaga antes de que se desplace a zonas más vulnerables del litoral atlántico.
El impacto económico podría ser devastador para los pequeños y medianos productores de la región, ya que la langosta no solo devasta cultivos agrícolas, sino que también arrasa con pastizales esenciales para la ganadería. En años anteriores, países vecinos como Guatemala y El Salvador han sufrido pérdidas millonarias por brotes similares.
Las autoridades hacen un llamado urgente a los productores para que reporten avistamientos, se unan a las brigadas de vigilancia y colaboren con el proceso de fumigación y control biológico que será coordinado por SENASA y organizaciones como SAGO.
“Es vital contener esta amenaza. No podemos permitir que esta plaga llegue a las plantaciones de cítricos en Colón. De lo contrario, estaríamos ante un desastre económico de grandes proporciones para el país”, concluyó Cabrera.
Mientras tanto, brigadas de técnicos, agricultores y autoridades locales se preparan para llegar a las comunidades afectadas para impedir que la langosta voladora convierta los fértiles campos del Aguán en desiertos agrícolas.