No hay ojos ni oidos estatales para ver su desgracias y escuchar el clamor de su pueblo. El municipio de Iriona se debate entre la agonía y el abandono, a pesar de tener regiones muy productivas y comunidades culturales tan valiosas para turismo y la aventura.
Pero eso no les ha importado a ningún gobierno de turno. Las lluvias siempre exponen la cruda realidad de esta jurisdicción del departamento de Colón, que comparte límites con el también desventurado Gracias a Dios.
Los ríos, quebradas y hasta criques se han desbordado a causa de las lluvias que llevan más de cuatro días en esta región, donde los vados, puentes provisionales y balsas han sido superadas por las fuertes crecidas.
El mal tiempo tiene incomunicadas a decenas de comunidades en el extenso valle de Sico, como también de la región de La Mosquitia. Sus habitante tienen que arriesgarse a entrar y salir de sus poblados en medio de ese escenario de lodo y aguas turbios. Pues la necesidad los obliga a desafiar el clima.
Desde el poblado de Sico, Cuyamel, Las Champas, Casa Quemada, Embarcadero, Copen, Payas, Jardines de la Sierra entre otras están aisladas debido a que los niveles de los ríos Tino o Negro y Paulaya, y sus tributarios se han desbordado, cortando el tránsito vehícular.
En esta zona no hay carreteras, solo caminos que pueden ser transitados por vehículos livianos, cuyos motoristas deben sortear esta ruta entre estrechos vados y balsas rudimentarias, medios que solo funcionan en tiempo de verano.
La carretera que conduce al municipio de Iriona desde hace un mes se encuentra deteriorada, y con el clima lluvioso la situación vino a empeorar más su estado. Es por eso que por este tiempp las caravanas de vehículos son comunes para poder vencer los atolladeros y las corrientes más benevolentes en algunos vertientes que carecen de puentes desde Las Hicoteas hasta Punta Piedra.
Aquí ya se sabe que el invierno convierte ese municipio en una zona inhóspita, la población viaja resignada, porque este problema de incomunicación no es nuevo.
Todos saben de la desgracia de Iriona, donde para males el narcotráfico le ha dado una reputación zona de gran referencia para los cuerpos de seguridad del Estado.
Aquí la producción ganadera es fuerte como lo son las fincas de palma africana. Sectores duramente afectados por la falta de puentes y carreteras que desaparece cuando los ríos se desbordan.