Militarismo y política: ¿Pueden las Fuerzas Armadas garantizar un proceso electoral imparcial?

Política

El traspaso de las Fuerzas Armadas (FFAA) al Consejo Nacional Electoral (CNE) este sábado 8 de febrero marca el inicio de un proceso electoral rodeado de controversias y cuestionamientos sobre la imparcialidad de la institución castrense.

A un mes de las elecciones primarias en Honduras, la presencia de una ministra de Defensa que también es precandidata presidencial y de un jefe militar confrontativo, plantea dudas sobre la neutralidad de las FFAA en un contexto político polarizado.

¿Pueden las Fuerzas Armadas ser neutrales?

El artículo 272 de la Constitución establece que las FFAA deben garantizar la seguridad y el resguardo del material electoral desde un mes antes de los comicios hasta la declaratoria de los resultados. Sin embargo, la figura de la ministra de Defensa, Rixi Moncada, como precandidata presidencial del partido LIBRE, ha generado inquietud sobre un posible sesgo político en la institución castrense.

Moncada, quien asumió el cargo en septiembre de 2024, ha sido criticada por intensificar su campaña proselitista mientras aún ocupa una posición clave en el gobierno.

Aunque la ley le permite mantenerse en el puesto hasta seis meses antes de las elecciones generales, el conflicto de intereses es evidente y pone en entredicho la imparcialidad del proceso electoral.

El rol del general Roosevelt Hernández

A esto se suma la figura del jefe del Estado Mayor Conjunto, general Roosevelt Hernández, quien ha sido señalado por sectores políticos y medios de comunicación de estar alineado con los intereses de LIBRE.

Hernández ha estado en el centro de la polémica tras presentar querellas contra una docena de medios de comunicación, acusándolos de difamación. Esta acción ha sido interpretada por muchos como un intento de intimidación contra la prensa y un reflejo de la creciente influencia política en las FFAA.

Preocupaciones sobre la transparencia del proceso electoral

Las FFAA tienen la responsabilidad de custodiar, transportar y vigilar el material electoral, además de garantizar la seguridad del proceso. No obstante, la percepción de una posible parcialización genera incertidumbre en la ciudadanía y debilita la confianza en el sistema democrático.

La presidenta del CNE, Cossette López, ha asegurado que las FFAA actuarán con independencia del Poder Ejecutivo durante el proceso electoral. Sin embargo, el hecho de que su máximo jefe militar responda directamente a una ministra-candidata, deja en el aire la pregunta de si realmente habrá una separación efectiva entre el poder político y la institución castrense.

Un proceso electoral bajo la sombra del militarismo

Honduras enfrenta un año electoral clave, con primarias en marzo y elecciones generales en noviembre. En este contexto, la actuación de las Fuerzas Armadas será determinante para garantizar un proceso limpio y transparente.

Sin embargo, las dudas sobre su imparcialidad persisten y, a medida que avancen los comicios, será crucial que la ciudadanía, los organismos internacionales y los medios de comunicación mantengan una vigilancia constante sobre el papel que desempeñará la institución castrense.

La democracia hondureña necesita de unas Fuerzas Armadas al servicio del pueblo, no del poder político de turno. La gran incógnita es si, en este escenario de tensiones y conflictos de intereses, podrán cumplir con ese mandato constitucional.