Olanchito camino al Bicentenario como Municipio

Locales

200 años como municipio: una historia de tradición, lucha y legado

Olanchito, Yoro — Con orgullo y sentido histórico, la ciudad de Olanchito conmemora este sábado 28 de Junio, 200 años desde que fue oficialmente reconocida como municipio, marcando una trayectoria bicentenaria de desarrollo, identidad y participación activa en la historia nacional de Honduras.

Según el acuerdo número 665 emitido durante el gobierno del general Tiburcio Carías Andino el 12 de noviembre de 1940 —recopilado y documentado por el escritor comejamo Juan Ramón Fúnez en su libro Historia de San Jorge de Olanchito— se oficializó la creación del Distrito Local de Olanchito dentro del departamento de Yoro, conformado por el actual municipio que lleva el mismo nombre.

Asi Olanchito celebrará dos siglos desde que fue reconocida oficialmente como municipio de Honduras, en un acontecimiento que quedó registrado en el Acuerdo No. 665 emitido por el gobierno central el 12 de noviembre de 1940, pero cuya creación legal remonta al 28 de junio de 1825, cuando la Primera Asamblea Constitucional del Estado de Honduras dividió el territorio nacional en siete departamentos.

Entre ellos se estableció el departamento de Yoro, subdividido a su vez en seis distritos, incluyendo a Olanchito. Esta división política y administrativa reconocía la estructura civil del municipio conformada por un alcalde municipal, regidores y síndico, según consta en documentación histórica consultada.

De acuerdo con el citado acuerdo presidencial de 1940, firmado durante el mandato del general Tiburcio Carías Andino, se estableció formalmente el “Distrito Local de Olanchito”, compuesto por el actual municipio de Olanchito, asumiendo todos los derechos y obligaciones administrativos.

A nivel histórico, Olanchito aparece ya conformado como municipio en documentos oficiales desde mediados del siglo XIX. En el censo de 1964, se detalla que el municipio contaba con 28 aldeas y múltiples caseríos, distribuidos a lo largo de su extenso territorio, reafirmando su condición como una de las jurisdicciones más relevantes del departamento de Yoro.

Este bicentenario no solo reconoce una fecha simbólica, sino que recuerda la relevancia histórica y política de Olanchito en el desarrollo territorial y administrativo del país, destacando su continuidad como unidad de gobierno local desde los primeros años de la vida republicana de Honduras.

No obstante, la historia de Olanchito como núcleo urbano es mucho más antigua y profunda. Diversas fuentes históricas consultadas en la obra de Fúnez revelan que Olanchito ya funcionaba como ciudad desde muchos años atrás.

El profesor Rubén Antúnez, en una investigación citada, reconocía que, aunque no existía un decreto oficial registrado de su elevación como ciudad, ya para ese periodo era reconocida como tal.

Además, hay quienes sostienen que la denominación de ciudad viene desde mucho antes. El historiador Francisco Murillo Soto afirmaba que la fundación de Olanchito se remonta al 30 de junio de 1530, un dato que proviene de la tradición oral transmitida de generación en generación.

Olanchito fue fundada como “Villa de San Jorge de Olanchito”,  por el capitán Diego de Alvarado, enviado por su hermano Pedro, en cumplimiento de una misión de poblamiento durante la época colonial.

La historia oral señala que esta ciudad fue de las primeras fundadas en el oriente hondureño, con fuerte actividad económica ligada al comercio, el oro de aluvión y una ubicación estratégica que la conectaba con otros centros comerciales como Trujillo y Sonaguera.

También existen relatos de que Olanchito fue, durante siglos, centro de paso, cultura y resistencia. Sus habitantes, provenientes de distintas corrientes migratorias internas, han dado forma a una ciudad caracterizada por su civismo, su pujanza en la educación, y su aporte a las letras, las artes y la política hondureña.

Hoy, dos siglos después, Olanchito celebra un legado. El legado de una ciudad que ha sabido levantarse en medio de las adversidades, que conserva su identidad entre la tradición y el progreso, y que continúa siendo cuna de generaciones que construyen patria desde el corazón del Valle del Aguán.

¡Feliz Bicentenario, Olanchito! Una ciudad con historia, alma y espíritu inquebrantable.