Olanchito, Yoro – El Hospital Aníbal Murillo Escobar, el principal centro asistencial del Alto y Medio Aguán, conmemoró su 32º aniversario con actividades que reunieron a empleados, autoridades y pacientes. La celebración incluyó una kermés en la que cada departamento compartió platillos preparados para la ocasión, en un gesto dirigido tanto al personal como a los usuarios que llegaron desde distintos puntos de la región.

Inaugurado el 6 de noviembre de 1993 durante la administración del expresidente Rafael Leonardo Callejas, el hospital marcó un avance para Olanchito y las comunidades vecinas. Su construcción había iniciado 17 años antes, en 1976, bajo el gobierno del general Juan Alberto Melgar Castro, pero el proyecto avanzó lentamente hasta ser retomado por administraciones posteriores.
Finalmente, entre 1990 y 1993, la obra concluyó con un costo estimado de 29 millones de lempiras, financiados con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Misión Japonesa en Honduras.
El resultado fue un centro hospitalario considerado moderno para su época, esperado por miles de pobladores que hasta entonces dependían de servicios dispersos o de larga distancia.
Desde su apertura, el Hospital Aníbal Murillo Escobar se ha consolidado como un punto de referencia médica para pacientes provenientes de Colón, Yoro y Olancho, e incluso de otras regiones del país durante las brigadas médicas coordinadas por el doctor Juan Pablo Soto y otros médicos.

A lo largo de tres décadas, el hospital ha experimentado diversas ampliaciones. En 2001 se habilitó la Sala Materno Infantil, en 2019 se modernizó el área de Emergencias, y en 2020, en plena pandemia, se inauguró el anexo que incluye la Sala COVID 1807.
Esta última obra fue financiada en gran parte por la diáspora Olanchitense residente en Estados Unidos, Europa y otros países, además de aportes de la población local.
Autoridades hospitalarias señalaron que el aniversario llega en un momento de alta demanda de servicios. Cada día, el centro recibe pacientes con patologías diversas, desde casos de emergencia hasta atenciones especializadas, reflejando su papel como columna vertebral del sistema público de salud en la zona norte.
La celebración, marcada por un ambiente de convivencia, también sirvió como recordatorio del desafío permanente que enfrentan los hospitales públicos del país: la necesidad de recursos, personal suficiente y mejoras en infraestructura para sostener una atención digna y accesible.


