La Policía Nacional de Honduras ha intensificado las medidas de seguridad en torno al presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, ante amenazas identificadas recientemente contra su vida y la de su familia.
La determinación de reforzar la seguridad se basa en una exhaustiva recopilación de información que ha señalado posibles riesgos para la integridad del funcionario legislativo.
En un comunicado de prensa, el cuerpo policial ha anunciado la implementación de contrainteligencia estratégica para salvaguardar la seguridad de Redondo.
Esta medida incluye un monitoreo constante de su entorno y la situación circundante, con el objetivo de prevenir situaciones de riesgo y fortalecer su seguridad de manera proactiva.
La Secretaría de Seguridad, a través de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL), ha estado llevando a cabo un análisis detallado de las amenazas, con el fin de identificar a individuos con intenciones perjudiciales que buscan desestabilizar tanto el Gobierno como el Congreso Nacional.
Este anuncio se produce un día después de que el secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez, descartara la posibilidad de un envenenamiento contra Redondo, señalando que no se encontró vidrio molido en sus alimentos, sino plástico, resultado de un desperfecto en la licuadora.
Sánchez explicó que, tras los exámenes en el laboratorio de criminalística, se demostró que el material encontrado era plástico, descartando así la existencia de un atentado.
La situación destaca la importancia de mantener la seguridad y protección de las autoridades del país, en particular en momentos de tensiones políticas y sociales.