Rixi Moncada recibe reconocimiento de las Fuerzas Armadas

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La ministra de Defensa y también candidata presidencial del oficialismo, Rixi Moncada, fue homenajeada por el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Roosevelt Hernández, quien le entregó un pergamino de reconocimiento en nombre de las Fuerzas Armadas de Honduras por su “entrega, compromiso y lealtad con la patria”.

La ceremonia, celebrada en instalaciones militares con presencia de altos oficiales, personal de tropa e invitados especiales, se desarrolló en un contexto donde la figura de Moncada ocupa un lugar central tanto en la conducción del aparato de defensa como en la carrera presidencial por el Partido Libre.

La ministra inició su intervención con un mensaje de felicitación a las madres hondureñas, para luego destacar el papel que las Fuerzas Armadas han jugado en el país bajo su liderazgo, apuntando a su proyección “no como una fuerza al servicio de alguien, sino con compromiso patrio, cumpliendo deberes constitucionales, pero con presencia en todo el país”.

El reconocimiento a Moncada se produce justo cuando el debate público gira en torno a su permanencia en funciones mientras impulsa su campaña electoral, una dualidad que ha generado señalamientos desde distintos sectores políticos y sociales, por la delgada línea entre institucionalidad y proselitismo.

Durante su discurso, la funcionaria también destacó avances operativos en materia de seguridad, en particular el combate al narcotráfico en lo que va del año. Según dijo, entre enero y mayo de 2025 se han erradicado más de 514 mil arbustos de coca en 90 manzanas de tierra, distribuidas en 25 plantaciones ubicadas en diversas zonas del país.

Agregó que las operaciones han evitado la producción de al menos 1,790 kilos de cocaína, con un valor estimado superior a 550 millones de lempiras, lo que calificó como un golpe directo al crimen organizado.

“Ahí están las redes de narcotraficantes, en comunidades, ciudades y poblados. Hay que seguir combatiéndolas”, remarcó Moncada, con tono firme ante los mandos militares.

Su discurso navegó entre cifras técnicas, llamados patrióticos y señales claras de posicionamiento político, todo bajo la mirada atenta de los uniformados.