Tegucigalpa, Hobduras – La movilización de este sábado frente a Casa Presidencial, encabezada por la presidenta Xiomara Castro, dejó entrever la capacidad organizativa del partido Libre y su intención de consolidar su base de apoyo de cara a las elecciones de 2025.
En un ambiente cargado de símbolos de izquierda —banderas rojinegras y mantas con la hoz y el martillo—, la presidenta enfatizó su mensaje de lucha contra el bipartidismo, acusando a los partidos Liberal y Nacional de colusión para controlar el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Castro, acompañada de figuras clave como su esposo Manuel Zelaya y la ministra de Defensa, Rixi Moncada, aprovechó la concentración para destacar los logros del gobierno y reafirmar su compromiso con elecciones “limpias y transparentes”.
Al hacerlo, marcó una línea divisoria entre su administración y lo que ella describe como el “bipartidismo decadente”, una narrativa constante en su discurso, que busca mantener la tensión entre el oficialismo y la oposición.
Las Banderas de la Lucha: Simbología y Mensaje Ideológico
El uso de banderas rusas y otros símbolos asociados a la izquierda fue un recordatorio visual del posicionamiento ideológico del partido Libre. Esto no solo refuerza su conexión con movimientos antiimperialistas, sino que también subraya su retórica de resistencia y confrontación contra lo que consideran las élites tradicionales del país.
La presidenta aprovechó el evento para recordar los momentos más difíciles que enfrentó su movimiento, desde el golpe de Estado de 2009 hasta los fraudes electorales que Libre denuncia en elecciones pasadas.
Su narrativa sitúa a su partido como el único defensor legítimo del pueblo frente a un sistema que, según ella, ha marginado a las mayorías.
Reacción ante el Conflicto por el CNE: Estrategia Electoral a la Vista
El conflicto por el control del CNE fue otro de los temas centrales. La presidenta acusó directamente al bipartidismo de romper los acuerdos políticos y de intentar manipular el poder electoral en su beneficio. Sin embargo, Castro aseguró que, al igual que en 2021, Libre será capaz de vencer en las urnas, lo que denota una estrategia electoral bien calculada para las elecciones generales de 2025.
La mención del nombramiento de Rixi Moncada como ministra de Defensa también fue una señal de que la estructura de Libre se está preparando para fortalecer su influencia en diversas instituciones del Estado, en un contexto donde el control del aparato gubernamental es clave para asegurar su permanencia en el poder.
Movilización Masiva: Un Mensaje a la Oposición
La convocatoria masiva —organizada, en parte, por instancias gubernamentales— sirvió no solo para reunir a los seguidores de Libre, sino también para enviar un mensaje claro a la oposición: el partido oficialista tiene la capacidad de movilizar grandes multitudes en apoyo a su proyecto. Los empleados públicos y simpatizantes de diversas zonas del país fueron trasladados en buses para garantizar una fuerte presencia en el plantón, lo que también pone en evidencia el uso de recursos gubernamentales para fortalecer la base política.
Un Gobierno en Defensa: Retórica Antioligárquica y Control Institucional
En su discurso, Castro también atacó a aquellos que “se niegan a pagar impuestos” y que, según su gobierno, continúan saqueando los recursos del Estado. Esta retórica antioligárquica busca conectar con un sector de la población que siente que las élites económicas han monopolizado el poder durante décadas.
Además, la presidenta intentó desacreditar los rumores de un posible golpe de Estado, insistiendo en que la fuerza conservadora que ella denomina “ultragolpista” está siendo desarticulada. Las declaraciones del jefe del Estado Mayor Conjunto, Roseveelt Hernández, refutando dichos rumores, fueron vistas como un intento de tranquilizar al público y consolidar la percepción de control del gobierno.