Un Almuerzo con Esperanza: Jóvenes Rescatan Sonrisas en el Hogar del Adulto Mayor

Sociales

Olanchito, Yoro – El reloj marcaba el mediodía en Olanchito cuando un grupo de amigos, cargados de alegría y generosidad, cruzó las puertas del Hogar del Adulto Mayor Caridad Posas Viuda de Ponce, sobre sus manos el fruto de la generosidad de un grupo de jóvenes que aspiran a hacer el cambio en este mundo

Era un día especial para los 22 residentes del asilo, quienes, entre risas y anécdotas, disfrutaron de un almuerzo ofrecido por la fundación Vidas con Esperanza, conformada por jóvenes estudiantes residentes en Miami, Florida, unidos por un propósito común: sembrar bondad y esperanza en los corazones más vulnerables.

Esta noble iniciativa fue liderada por José David y Rocío Sánchez Quezada, hijos de Tania Quezada, una orgullosa comejamo residente en Estados Unidos, y Antonio Sánchez, un ciudadano español comprometido con causas solidarias.

Junto a su amigo y compañero de Escuela Jaime Muller y un grupo de compañeros estudiantes, decidieron formar esta fundación que, pese a la distancia, mantiene vivo el espíritu solidario de su tierra natal.

“Junto a mis compañeros hicimos actividades, recaudamos fondos y, hace unas semanas, entregamos canastas de alimentos. Hoy, nos llena de alegría compartir con los abuelitos del asilo,” expresó Rocío Sánchez, quien, pese a residir en el extranjero, lleva en su corazón las raíces comejamo.

José Sánchez y Jaime Muller, por su parte, adelantaron los planes que tienen para este año: “Estamos planificando regalar becas a estudiantes de secundaria. Ya hemos reunido fondos y, junto a nuestro grupo de amigos, queremos ayudar a muchos niños a seguir sus estudios.”

El hogar, donde residen 8 mujeres y 14 varones, sobrevive gracias a las contribuciones de amigos tanto en Honduras como en el extranjero, el apoyo mensual de la Alcaldía Municipal y las actividades que el comité organiza año con año.

Sin embargo, días como este marcan una diferencia en la rutina de los residentes en el pequeño y modesto asilo, quienes encontraron en estos jóvenes una nueva razón para sonreír.

El gesto de Vidas con Esperanza este sábado no solo llenó estómagos, sino que reconfortó almas. Entre abrazos y palabras de gratitud, quedó una promesa: seguir trabajando para construir un futuro lleno de esperanza para los más vulnerables en Olanchito.