Un gesto de esperanza: la joven que ilumina el futuro de niños en Olanchito

Sociales

Coyoles Central – El sonido de los balones rodando en las calles de Coyoles Central se mezcla con las risas de los niños que juegan sin preocupaciones. Sin embargo, detrás de esas sonrisas, muchas veces se esconde una realidad difícil: la falta de recursos para asistir a la escuela.

Es en este escenario donde surge Jackelin Castro, una joven universitaria, amante del fútbol y de su ge te, quien con determinación y el poder de las redes sociales ha cambiado el destino de muchos pequeños.

Cada año, Jackelin emprende una misión que nace del corazón: recaudar útiles escolares para niños de escasos recursos. Lo que comenzó como un pequeño gesto se ha convertido en una cadena de solidaridad que, en esta ocasión, logró beneficiar a 33 niños.

Para muchos de ellos, recibir una mochila con cuadernos, lápices, colores y reglas no es solo un alivio económico para sus familias, sino una puerta abierta al aprendizaje, a la esperanza de un futuro mejor.

“Gracias Dios porque tus tiempos son perfectos. Pudimos bendecir a 33 niños de escasos recursos. Quiero agradecer a las personas que me ayudan a lograr esto tan lindo. No da el que tiene, sino el que tiene voluntad”, escribió en sus redes sociales, acompañando su mensaje con imágenes de pequeños felices, sosteniendo sus mochilas nuevas.

Lo que hace especial esta iniciativa no es solo la ayuda material, sino el cariño con el que Jackelin la lleva a cabo. “Cada día vamos mejorando, el año pasado era en bolsas que los daba y este año, gracias a Dios, fue en mochilas. Va todo preparado: sus útiles, lápices, colores, borrador, sacapuntas, tinta, juego de reglas y colores”, compartió con emoción.

En una sociedad donde muchas veces el individualismo impera, historias como la de Jackelin Castro nos recuerdan que la verdadera grandeza radica en dar sin esperar nada a cambio. Su labor es un reflejo de que, con voluntad y solidaridad, es posible cambiar vidas, incluso con pequeños gestos que, para quienes los reciben, significan el mundo entero.

Mientras el sol se oculta sobre Olanchito, los niños que hoy tienen una mochila en sus espaldas caminan con paso firme hacia un futuro lleno de posibilidades. Y detrás de cada uno de ellos, está la bondad de una joven que, con pasión y entrega, les demuestra que la educación es la llave que abre todas las puertas.