Olanchito, Yoro. La proliferación de basureros clandestinos en las aldeas rurales de Olanchito ha generado una preocupación por el impacto ambiental y sanitario en la región.
Con el incremento de la población y la ausencia de espacios adecuados para el tratamiento de residuos, muchas comunidades han recurrido a prácticas que agravan los focos de contaminación.
En sectores como el tramo entre San Luis y Campo Nuevo, enormes cúmulos de basura a las orillas de las carreteras se han convertido en un paisaje habitual. Entre desperdicios domésticos y comerciales, los visitantes y vecinos de estas comunidades son recibidos por un escenario desolador marcado por malos olores y la visible contaminación ambiental.
A pesar de que algunas comunidades han intentado frenar esta problemática imponiendo multas, la raíz del problema radica en la falta de infraestructura para el manejo y disposición final de los desechos.
“No tenemos otro lugar donde llevar la basura, y los camiones recolectores no llegan aquí. Ya le expusimos este problema al Alcalde nos pidio un compas de espera para abrir una fosa y usarla como vertedero de basura”, expresó un vecino de Campo Nuevo.
El crecimiento de estas aldeas, muchas de las cuales ya tienen características urbanas, ha disparado la generación de residuos sólidos, haciendo evidente la necesidad de soluciones urgentes.
Los habitantes y líderes comunitarios hacen un llamado a las autoridades municipales y gubernamentales para que se implementen programas de gestión de residuos, desde la recolección hasta el tratamiento, que permitan garantizar un ambiente más saludable en el área rural.
