Un reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial indicó que el año que acaba de terminar batió todos los récords climáticos, y fue el primero en registrar un aumento de las temperaturas de 1.4 grados por encima de los niveles preindustriales. Cuál es el panorama a futuro
Según los expertos, “hasta que El Niño actual termine, es poco probable que puedan hacerse afirmaciones definitivas” (Europa Press)
El aumento de las temperaturas globales preocupa a los especialistas desde hace un tiempo. De hecho, meses atrás evaluaban la probabilidad de que el año 2023 se convirtiera en el más cálido registrado en la Tierra. Luego fue confirmado en la Cumbre Mundial del Clima, poco más de un mes, en Dubái.
Ahora, con los datos del informe provisional sobre el Estado del Clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ratificó que las predicciones se cumplieron, y el año que acaba de terminar fue el más caluroso de la historia y batió todos los récords climáticos.
El organismo reveló que 2023, además, fue el primer año en registrar un aumento de las temperaturas de 1,4 grados por encima de los niveles preindustriales.
Según publicó en su cuenta de X el científico Gorka Orive, ayer, en el primer día de 2024, se alcanzó “una de las temperaturas más altas del hemisferio sur”. La marca concreta fue 49,5ºC, en Roebourne, Australia.
Una de las hipótesis que manejan los especialistas es que el calentamiento del planeta se está acelerando, y los efectos del cambio climático afectan con mayor rapidez que antes.
“En realidad, lo que estamos buscando es un montón de evidencia que corrobore que todo señala hacia la misma dirección”, dijo en una publicación de The New York Times Chris Smith, un científico climático de la Universidad de Leeds.
Para Andrew Dessler, científico atmosférico en la Universidad de Texas A&M, “desde hace tiempo, las temperaturas globales han subido y bajado en torno a una tendencia cálida constante debido a factores cíclicos como El Niño, el fenómeno climático que apareció en la primavera y, desde entonces, se ha intensificado lo que podría ser un indicio de que habrá más calor histórico en 2024″.
Según había adelantado el Secretario General de las Naciones Unidas, Antònio Guterres, en la cumbre de cambio climático en Dubái, “el estado del clima mundial es crudo y claro: las cosas van tan deprisa que, un mes antes de que acabe el año, ya podemos afirmar que 2023 será el año más caluroso de la historia de la humanidad”. “El nivel del mar ha alcanzado máximos históricos, y el aumento se está acelerando y los niveles de hielo marino en la Antártida han alcanzado un mínimo histórico —precisó—. Estamos viviendo el colapso climático en tiempo real, y el impacto es devastador”.
Qué se espera de cara al futuro
Los últimos nueve años, de 2015 a 2023, han sido los más cálidos de los que se tiene constancia. Además, es probable que el efecto de calentamiento del Pacífico por el fenómeno de El Niño —que comenzó durante la primavera de 2023 del hemisferio norte y rápidamente cobró fuerza durante el verano— intensifique todavía más el calor en 2024, dado que sus impactos en las temperaturas mundiales suelen ser más importantes después de que el episodio haya alcanzado su punto álgido.
Ahora los investigadores están particularmente atentos al momento de determinar si algo inesperado podría estar ocurriendo en la interacción de dos influencias climáticas importantes: el calentamiento resultante de los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, y el efecto de enfriamiento de otros tipos de contaminación industrial.
Es que durante la mayor parte de los últimos 174 años, los seres humanos han estado llenando el cielo tanto con gases de efecto invernadero como con aerosoles, o partículas diminutas provenientes de chimeneas, tubos de escape y otras fuentes. Estas partículas, que ya se vio que son dañinas para los pulmones cuando son inhaladas, en la atmósfera reflejan la radiación solar, lo que en parte compensa el efecto del dióxido de carbono de atrapar el calor.
No obstante, en décadas recientes, los gobiernos han comenzado a reducir la contaminación por aerosoles en función de la salud pública. Los científicos estiman que esto ya ha acelerado los incrementos de temperatura desde la década de 2000, publicó el periódico estadounidense.
Además, en un informe muy debatido el mes pasado, el investigador climático James E. Hansen argumentó que los científicos han subestimado mucho cuánto más se calentará el planeta en las próximas décadas si las naciones limpian los aerosoles sin reducir sus emisiones de carbono. Sin embargo, no todos los científicos están convencidos.
Reto Knutti, un físico climático en la universidad suiza Escuela Politécnica Federal (ETH, por su sigla en alemán) de Zúrich, mencionó que argumentos como los de Hansen han sido difíciles de cuadrar con los patrones en las décadas recientes. Según destacó, “en los últimos años, los científicos también han descubierto que el calentamiento global depende, no sólo de cuánto calor queda atrapado cerca de la superficie terrestre, sino también de cómo y dónde este calor se distribuye en todo el planeta”.
Para Knutti, esto hace todavía más difícil concluir con seguridad que el calentamiento va a acelerarse. Y según consideró, “hasta que El Niño actual termine, es poco probable que puedan hacerse afirmaciones definitivas”.
Utilizar el pasado lejano de la Tierra para hacer inferencias sobre el clima en los próximos años y décadas puede resultar complicado. Sin embargo, Bärbel Hönisch, científica del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia, aseveró que la profunda historia del planeta resalta lo extraordinaria que es la era actual (Infobae)