Guanaja, Islas de la Bahia – En la paradisíaca isla de Guanaja, conocida por sus aguas cristalinas y su apacible vida, la noche del lunes se vio sacudida por un acto de violencia que dejó a sus habitantes en estado de shock. Lo que parecía ser una pacífica velada en el cayo Bonacca, el más poblado del municipio, se transformó en una escena de horror cuando una disputa pasional desembocó en una fatal balacera.
Los ecos de los disparos resonaron en la quietud de la noche, dejando tras de sí un rastro de sangre y desolación. Isaac Bennett y Renol Cruz, las víctimas mortales de este trágico suceso, no tuvieron oportunidad de defenderse. La mujer herida, identificada con el sobrenombre de “Muñeca”, luchaba por su vida mientras era trasladada a Trujillo para recibir atención médica, donde horas más tarde falleció.
Según versiones preliminares, la raíz de esta tragedia se encuentra en un conflicto pasional. Alejandro, un hombre recientemente llegado desde las Islas Caimán, no pudo soportar la visión de su antigua pareja, Muñeca, en compañía de otro hombre. La rabia y los celos lo llevaron a un acto de desenfreno que cobró tres vidas en un abrir y cerrar de ojos.
Esa fatídica noche, todos se encontraban sentados fuera de la casa, disfrutando de la brisa marina, cuando Alejandro apareció, impulsado por la furia. El primer disparo fue dirigido a Renol Cruz, conocido por muchos como una figura amable y respetada en la comunidad. Al ver caer a su padre, Isaac Bennett intentó intervenir, pero también fue abatido sin piedad. Muñeca, en su desesperado intento por detener la violencia, recibió una herida que la dejó gravemente malherida.
La pequeña población de Guanaja, donde los actos de violencia son prácticamente inexistentes, está ahora sumida en una profunda consternación. Los vecinos, que solían dejar sus puertas abiertas y confiar plenamente en sus conciudadanos, ahora miran con recelo y temor las sombras de la noche. Las autoridades locales han prometido una investigación exhaustiva para esclarecer los detalles de este doloroso incidente.
El alcalde de Guanaja expresó su tristeza y su compromiso de fortalecer la seguridad en la isla. “Esto es un golpe duro para todos nosotros. Somos una comunidad unida y pacífica. No podemos permitir que la violencia y el odio nos dividan”, afirmó con un nudo en la garganta.
El caso de Alejandro, cuya foto circula entre los residentes como un recordatorio de la fragilidad de la vida, sigue bajo investigación. Los pobladores esperan respuestas y justicia, mientras el dolor y la incredulidad se apoderan de cada rincón de esta paradisíaca isla, ahora teñida por la tragedia.