En un mundo dominado por la tecnología, donde los dispositivos electrónicos y el internet son omnipresentes, dos niños han revivido una antigua tradición de diversión al aire libre. En una colonia de la ciudad, los pequeños han sido vistos jugando con varas de madera que simulan caballos, participando en lo que se conoce como la “carrera de cintas”.
Con sus caballitos improvisados, los niños corren a toda velocidad mientras intentan alcanzar y agarrar una cinta que ondea en el aire. Este juego, que alguna vez fue una actividad común en las comunidades, ha sido rescatado por estos jóvenes entusiastas, quienes han dejado de lado sus celulares y las distracciones digitales para sumergirse en la pura alegría del juego al aire libre.
La “carrera de cintas” evoca tiempos pasados cuando la imaginación y la creatividad eran las principales herramientas de entretenimiento para los niños. A pesar de la avanzada tecnología disponible en la actualidad, estos pequeños han optado por revivir una tradición que fomenta la actividad física, la sociabilidad y la diversión sin complicaciones.
Observar a estos niños disfrutar de la sencillez y la inocencia de este juego tradicional nos recuerda la importancia de desconectarse de vez en cuando y reconectar con las actividades simples y gratificantes de la infancia. En un mundo cada vez más digitalizado, la “carrera de cintas” nos enseña que la verdadera felicidad se encuentra en los momentos compartidos y en la creatividad sin límites de la imaginación infantil.