En una muestra de profunda devoción y fe, más de tres mil católicos se congregaron en Olanchito esta mañana, para participar en el Viacrucis Santo, una tradición arraigada que recuerda la pasión y muerte de Jesucristo.
A pesar de la lluvia intermitente, adultos, jóvenes y niños se unieron junto a las autoridades eclesiásticas para revivir cada estación del camino hacia la Cruz.
El recorrido, de más de tres kilómetros, fue especialmente preparado este año por los jóvenes de la Pastoral Juvenil. A pesar de la lluvia, las escenas meticulosamente representadas conmovieron a los presentes, llenando de lágrimas los ojos de muchos fieles que seguían con devoción cada paso de Jesús hacia la crucifixión.
La frescura de la lluvia refrescaba los rostros de los participantes, quienes no dudaron en continuar con la procesión, llevando consigo sus imágenes religiosas y recitando oraciones.
La atmósfera cargada de emotividad se hizo evidente al final del recorrido, cuando una inmensa fila de fieles llegó hasta la Cruz del Perdón, marcando el fin de la primera parte de esta conmovedora jornada.
El Viacrucis Santo, una tradición que se celebra cada año en esta ciudad, une a la comunidad católica en un acto de reflexión, recogimiento y fe. A pesar de las inclemencias del tiempo, la determinación de los fieles demostró una vez más la profunda conexión espiritual que comparten con su fe y su Salvador.